lunes, 28 de marzo de 2011

CAPITULO XX, EL VÍNCULO.

Aun analizando la suerte de aquel abogado, tratando de absorver toda la información que el noticiero y todos los medios de comunicación comparten, tratando de encontrar algún sentido, sin tomar partido, a todo aquel torbellino de sin sentidos, como aquel ilustre personaje había conseguido información tan certera y contundente contra la pareja presidencial como declaraba en su video, y ¿dónde estaba dicha información? como alguien, quien sea que fuere, pudo haber planeado un asesinato en plena luz del día, un día domingo, en un lugar normalmente lleno de familias compartiendo y haciendo deporte juntos, con tal nivel de impunidad, sin importarle ser visto y menos aun perseguidos.

El organismo investigador patrocinado por la ONU no quería tomar partido, sus declaraciones hacían saber que estaban utilizando todos los medios posibles para esclarecer el hecho, buscando el historial de las conexiones telefónicas, buscando una relación medianamente coherente, buscando hasta bajo las piedras alguna pista que pudiera hacer la diferencia en el análisis.

Cual novela policiaca, los nombres de sospechosos iban y venían, unos más conocidos que otros, los procesos de interrogación eran cada vez más extraños, nadie escapaba a la sospecha, se estaba buscando información en los lugares en los cuales se grabo el video, se interrogaba a quien prestó el lugar para dicha grabación, se interrogo también a quien repartiera los videos en el funeral del fallecido profesional, se buscaban vínculos con todo lo que el mencionaba en su discurso pregrabado.

Se trataba de entender si el caso Musa (empresario amigo del abogado asesinado meses antes) tendría alguna pista que condujera a la búsqueda de los responsables, también se investigaba el banco del estado y los supuestos responsables del mismo, quienes, según la teoría del abogado, habrían participado junto con la pareja presidencial y sus allegados en el plan de asesinato, del empresario y en caso el video saliera a luz también del propio abogado, según decían sus declaraciones.

Propio de las series televisivas de estos días, se buscaba información por todos los rincones, cámaras de transito, cámaras de seguridad de las residencias cercanas al lugar del asesinato, llegaban peritos e investigadores especialistas de todas las partes del mundo, la presión de la prensa por tener resultados era altísima, cuestionando y fiscalizando cada paso que daban los investigadores, tratando de entender y anticipar sus movimientos y así tener a la ciudadanía informada, tener al pueblo inmerso en dicho crimen y por supuesto elevar sus ratings y número de adeptos.

El pueblo estaba indignado, no había declaraciones de la pareja presidencial, nadie decía nada, un silencio total, las manifestaciones y marchas multitudinarias crecían cada día, llegando a estar involucrados sectores sociales que normalmente no participaban en este tipo de eventos, pidiendo a gritos, y en la voz del himno nacional que de una vez por todas parara la violencia, se pusiera un freno a la impunidad, y que sin importar quien fuera responsable de este y tantos otros hechos atroces, se encontrara a los responsables.

No puedo hablar por el resto de los participantes de estos movimientos, puedo decir que yo desde la lejanía estuve apoyando tales manifestaciones, se erizó mi piel al ver en la televisión como un pueblo entonaba el himno nacional pidiendo, exigiendo justicia, un derecho básico, y algo dentro de mi sentía que tenía la obligación de hacerlo, no podía ser que la historia de mi padre y de tantos otros ciudadanos siguiera repitiéndose día con día, en todos los niveles de la sociedad, sin importar sexo, edad, raza, credo ni ninguna otra característica, y teniendo una seguridad de que en el 98.3% de los casos no serian jamás resueltos, investigados y menos aun se haría justicia a los ejecutores, ni materiales, ni intelectuales (cifra oficial)

En el fondo de mi corazón sentía que era mi obligación estar manifestando, como fuera posible, para hacer ver la verdad en mi país, para hacer que se investigara y se siguiera a los responsables del hecho violento y sanguinario del cual había sido víctima el abogado, pero mas allá, en mi interior algo me decía que esta vez también se lo debía a mi padre, esta vez yo no era más un ignorante que no sabía cuál había sido la realidad de su país en el pasado, hoy sabia un poco de la historia de mi padre y por lo tanto debía pelear por qué ese lindo lugar, tan cercano en mi memoria, fuera diferente algún día.

Casi sin notarlo me descubrí con los ojos llenos de lagrimas, con las manos empuñadas y con un dolor tan intenso en mi interior, había in vinculo innegable entre aquel hecho y la historia de mi tierra, había un vinculo poderoso entre lo que pasaba día con día y como la sociedad poco a poco estaba más temerosa y también indiferente, había un vinculo que a cada momento se hacía más claro, entre mi país y mi padre, entre mi padre y yo, entre el momento que atravesaba el país y lo que mi padre lucho por cambiar, entre lo que hoy se que paso con el y lo que en el momento de mi reencuentro con mi familia paterna ignoraba, un vinculo entre la historia de mi tan querido suelo patrio, y mi historia personal.

Mientras todas estas ideas corrían por mi mente, y mientras trataba de tranquilizar mi mente, respirando profundamente y haciendo un esfuerzo por recuperar la serenidad, sonó el teléfono, al responder, para mi alegría era la tía Jackeline, aquella dulce y amorosa dama que tan cerca de mi corazón llevo, quien con su imperdible acento francés me decía en español (le encetaba hablar español pues había vivido muchos años de su vida en América Latina, y no desaprovechaba ninguna oportunidad para hacerlo, aun cuando llevaba ya mas de 30 años de haber regresado a su querido Paris)

- No olvides que hoy tienes algo importantísimo que hacer
- …este… ok tía… no lo olvido…
- Puta! ¿Ya se te olvido verdad? Pero es que contigo no se puede! Jajaja si esa es la memoria que tienes ahora, no sé como la tendrás cuando llegues a los 80 años, como yo
- Jajaja tiene razón tía,.. pero ya lo recordé gracias, gracias en serio por recordarlo, me pondré en camino cuanto antes.
- Un beso pues mi olvidadizo chapín y deja de ver noticias ya, ten paciencia pronto se resolverá todo en nuestra bella Guate
- Gracias tía, un beso para usted y yo también espero que pronto se resuelva

Como por arte de magia, al recordar lo que tenía pendiente para esta tarde, me puse en pie, metí un pedazo de baguette con jamón y queso en una bolsa, una botella de agua, y tome rumbo al metro, debería tomar metro y RER (tren interurbano), mi corazón parecía nuevamente volver a la vida, una sonrisa por fin se dibujo en mi rostro, me recordaba en ese momento que había cosas más importantes que el trabajo y la rutina diaria.

Tome camino hacia mi destino rápidamente, pero el largo trayecto me daba la oportunidad de seguir metido en mis pensamientos, en mis propios análisis del suceso, en seguir queriendo ver ese detalle que nadie más miraba, queriendo entender cómo podía llegarse a estos niveles tan extremos de violencia, impunidad y miedo en un país completo, pero claro, bastaba darle una breve mirada a la historia reciente del país para entender que había pasado.

Mi mirada estaba fija al otro lado de la ventana, viendo hacia ningún lado, con una pelea interna entre la buena noticia que me había recordado la dulce tía y la tan triste realidad de Guatemala, y claro, el recuerdo constante de cómo hace algún tiempo me entere, por voz de Fernando, de una realidad que había sido mi aprendizaje mas difícil durante la mayoría de los años de mi vida, había sido mi sustento, mi punto de referencia, mi entendimiento.

Aun antes de la reunión con Fernando, la muerte de mi padre había sido siempre algo que aprendí a llevar como un recuerdo constante de todas las lecciones de la vida, pero fue esa reunión y el conocimiento de la parte de la verdad que yo no sabía, la que me había hecho reforzar aquel sentimiento de admiración, amor, agradecimiento y ejemplo en mi vida.

En la siguiente estación debo bajar, pero no sé cómo hacer para decirle a mi mente que deje de darle vueltas al mismo tema, quisiera tener un interruptor para apagar por lo menos por un momento este acelerado ajetreo mental, quisiera poder decir hasta aquí mis amigos pensamientos, mañana seguiremos, pero hasta ese momento no había aun aprendido a hacerlo, y creo que hoy, tampoco he aprendido.

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