jueves, 4 de octubre de 2012

El cuento


Después de un arduo y desgastante día de trabajo no hay mayor premio que refugiarse en los brazos de la familia, tomo camino al estacionamiento, arranco mi carro y me dispongo a pasar por mi pequeño campeón a casa de su abuelita, el trayecto es corto así que llego en cuestión de pocos minutos, el cansancio se va quedando en el olvido y el desgaste se convierte poco a poco en emoción por ver al pequeño

-          ¡PAPI! ¡Ya viniste!
-          Si mi campeón, ¡vengo a comerme tu panza! – dije mientras lo tomaba en mis manos y lo lanzaba por los aires antes de tomarlo entre mis brazos y apretarlo fuerte y él se retorcía a carcajadas-
-          Vamos para la casa Papi, que tengo ganas de jugar con mis perritos
-          Bueno, vamos a despedirnos de la abuelita, guardemos tus cosas y nos vamos a jugar con Pancho y Lucas…

Así pasó, él bebe se encamino a guardar sus juguetes y útiles escolares, dio un cariñoso beso a su abuelita, abrazo a su peludo amigo  Dante (el can de la abuelita) y lleno de energía subió al automóvil, estábamos listos para emprender el viaje a casa, rondaban las 6:45 de la tarde, el sol estaba ya casi escondido dando los últimos destellos naranjas al cielo tras la nubes grises que empezaban a cubrir el firmamento y el trafico estaba en la hora pico, habría entonces mucho tiempo para conversar.

-          Papi, contame un cuento – dijo dulcemente el angelito mientras se acomodaba en su almohada en el sillón trasero del auto –
-          Listo campeón, ¿cuál quieres que te cuente?
-          El que tu querrás papi, tu elegí
-          ¿Te parece si te cuento el de Caperucita?
-          Hay no, ese ya me lo sé – como no se me ocurrió antes dije para mis adentros-
-          Va ¿y el del Lobo y los tres Cerditos?
-          Ala papi ese ya me lo contaste otro día  -  ya menos mal que yo podía decidir cuál –
-          Ya se ¡el de nacho y sus tortugas!
-          Ese no me lo se Papi,  ¿te lo vas a inventar?
-          Si campeón me lo voy a inventar – el stress poco a poco regresaba a mi espina dorsal –
-          Ala no papi, mejor un cuento de esos buenos – jaja ok ok, apuntado en mi lista personal, no dedicarse a inventar cuentos infantiles –
-          Va mira, te voy a contar el de los 3 ositos porque ya se me acabaron las opciones – dije haciendo voz de seriedad mientras tocaba la bocina a la vieja pendeja que estaba tratando de cambiarse de carril sin luces direccionales… el stress había regresado… no me dio tiempo de extrañarlo-
-          Ala Papi, va aunque sea ese contame pues - …….. mejor me reservo mis pensamientos, respiro profundo, ommmm este bebe no tiene la culpa del trafico… ommmmm
-          Va, había una vez, en una montaña muy lejana….
-          ¡Era un bosque Papi!
-          ¡Ta madre vos! ¡El bosque estaba en la montaña hombre!
-          Ha bueno, va seguí pues
-          Bueno la cosa es que en el bosque de la montaña había una cabaña de madera en la que vivían tres ositos – dije retomando la calma mientras cual piloto de fórmula uno rebasaba un camión y me atravesaba tres carriles para poder tomar mi desvío
-          Ajaa
-          Los ositos se despertaban temprano todos los días y salían a pasear por el bosque
-          Nooo papiiiii, salían a caminar y recolectar moras no a pasear
-          ¿Y porque mejor no me contas vos el cuento a mí?
-          Ha porque yo soy el niño – contra esa respuesta no hay como pelear… aunque podría debatir el tema de quien es el niño…
-          Va, entonces salieron a “caminar y recolectar moras, no a pasear” – a ver si mi supervisor encargado se queda tranquilo así
-          Ajaaa -  en todo aprobatorio
-          Pero antes de salir la mama osa dejo servidos los platos de avena
-          No era avena papi
-          ¿Cómo qué no? Entonces que era – trato de mantener la calma mientras trato de pasar el carro que quedo descompuesto en la carretera bajo la lluvia, porque si, ya estaba lloviendo… -
-          No sé, pero deci que era avena pues… de todos modos no te sabes el cuento – jajajajaja
-          Va en eso llego una niña que andaba perdida por los bosques, entro a la cabaña y probo los tres platos de avena
-          …mjmmm -  tono silencioso y aprobatorio
-          Y entonces cuando probo la avena de papa oso dijo, a ver ¿qué fue lo que dijo?
-          ……….
-          ¿Juan Die?
-          ………

En cuanto pude vi hacia el sillón de atrás y el campeón dormía como verdadero ángel y probablemente soñaba con la historia de los tres osos, o tal vez con la versión pirata que su papa le cuenta por las tardes

Minutos más tarde llegábamos a casa, lleve al pequeño supervisor de cuentos a su habitación y lo deje seguir soñando con la calma que solo un niño puede tener.

En la tarde del día siguiente la historia se repitió, salí de la oficina, mismo stress, mismo desgaste y cansancio, misma recepción en casa de la abuelita, misma despedida de la abuelita y su can, así empezó el dialogo

-          Papi, ¿me contas un cuento?
-          Si campeón ¿Cuál queres que te cuente?
-          El de los ositos, ese que no te sabes, así te lo explico – con cara de profesor
-          Jajajajaja

Díganme si no hacen que las cosas más simples sean una aventura extraordinaria en cada momento

Feliz día del niño a todos los niños del mundo y por favor aquellos que ya crecimos un poco recordemos mantener vivo nuestro niño interno, realmente nos hace los días tan felices y nos enseña a vivir como ellos, sin miedo, sin prejuicios, sin límites, sin diferencias, con apertura al mundo, respeto por los demás y una sonrisa a cada paso.

Tengo un ángel en casa que cada día me lleva al país de las fantasías, viajando en una nave espacial hecha de gelatina y aterrizando en un mar de dinosaurios en marte sin un solo rasguño y esta experiencia ¡no la cambiaría por nada!


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