viernes, 4 de junio de 2010

CAPITULO I, EL POR QUE

¿Por qué? No sé, es de esas cosas de estudiantes, de jóvenes, de inmadurez, de hormonas, un viernes como cualquier otro, una tarde gris, como esta que pase en el café, y un aburrimiento atroz.  Todos los materiales anteriores me indican que debo hacer algo. Me comunico con mis compañeros y me doy cuenta que no era el único, decidimos entonces ir a tomar algo a La Antigua.


Por aquel tiempo yo vivía en ciudad de Guatemala, al morir mi padre, víctima del conflicto armado en 1981, nos trasladamos con mi madre a ciudad de Guatemala, junto con mis abuelos maternos, no era un lugar perfecto, pero era como muchos. Mi madre había decidido rehacer su vida, tuvo una hija preciosa (mi hermana) 10 años menor que yo, alguien vital en mi vida, ese pequeño ser en su momento me enseño tanto de la vida, algo que ella nunca entendió pero que yo le agradezco tanto, los mejores maestros enseñan sin darse cuenta.

Nos reunimos en una gasolinera, no suena como el mejor punto de encuentro pero créanme que con un grupo unido… cualquier lugar es bueno, como siempre algunos llegamos temprano, algunos justo a la hora y como siempre otros mas llegan muy tarde. Finalmente nos reunimos a eso de las 11 de la noche y tomamos camino a La Antigua Guatemala, es un tramo corto, no mas de 45 minutos en carro. Un tramo corto que nos permite ponernos al día, levantar el ánimo, respirar el dulce aroma de la carretera y prepararnos para otra noche de historias, tragos y para suerte de algunos de chicas, en esa época en la que no teníamos ni un peso para comprar más de una cerveza cada uno, no éramos los más populares, pero por lo menos éramos divertidos.

Entrando a la bella ciudad, buscamos un lugar donde estacionar nuestros carros, es impresionante como al pasar lentamente por aquellas calles vamos sintiendo el peso de la historia en nuestro hombros, fachadas de la época de la colonia, ese impresionante volcán, a las faldas del cual está la ciudad,  como siempre majestuoso, iluminado esta noche de noviembre únicamente por una luna llena que parecía querer quitarle la responsabilidad al Sol de iluminar, calles de piedra, vestigios de la ciudad vieja antes de la gran tragedia, tantas iglesias, parques, calles y avenidas cuidadosamente trazadas.  Tantas cosas pasaron allí siglos antes en la historia de esta bella nación, y en mi vida solo unos años antes. 

Conseguimos un estacionamiento un poco retirado, pero decidimos caminar, el frio esta tolerable, la noche iluminada, gente caminando de un bar a otro, muchos extranjeros paseándose por las calles, esos personajes, tan inocentes, amantes de nuestra cultura, de nuestras ciudades, es algo difícil de entender pero allí estaban todos listos, en su mayoría, para ir a tomar algo, a liberar el stress, a conocer a alguien y por que no, alguno que otro en busca de la pareja perfecta para esa noche, tal vez no para la vida, pero para esta noche era suficiente por ahora, por lo menos eso decían.

Llegamos al bar, nos adentramos, el nombre? No recuerdo y no importa, cambian tanto de dueño aquellos lugares que hemos aprendido a llegar al lugar, ya que el nombre no dice nada, igual que muchos de mis compatriotas, no importa si se llaman Pedro o Juan o Luis o Alberto, la mayoría no tiene que comer, y mucho menos donde dormir.  Logramos ingresar buscamos una mesa, yo preferí la más alejada, obscura, para poder desde allí ver qué pasaba, analizar las personas, las actitudes, para vivir en mi mundo, aun estando junto a todos los demás.

El por qué de aquella noche? La verdad no lo sé y creo que ninguno de los que esa noche me acompañaban sabe porque, simplemente fue un viernes mas, lleno de aburrimiento que nos invito a ir por aventura, por historias, por amistades, o tal vez solo ir por alcohol para olvidar, o lo que es peor, por alcohol para recordar… No sé por qué, pero así fue, así llegamos al inicio de esto como la mayoría de historias sin pensar siquiera en lo que sucedería después de esa noche

A mi parecer en esta vida la casualidad no existe, lo que existe es causalidad, las cosas pasan en el momento preciso en que deben suceder, en el momento exacto en que nos dejan algo de enseñanza, en el momento en que estamos ávidos de entenderlo.

Años después yo mismo confirmaría que esta vez fue tal y como arriba lo describo, sucedió en el momento y de la forma exacta que debía suceder, con las personas que debía suceder, y espero, pues eso es algo que cada día reviso, espero realmente haber aprendido lo que debía aprender, lo que debía entender, lo que debía aceptar, lo que debía utilizar para guiar mi vida por un nuevo camino, o por lo menos con un nuevo entendimiento.

En fin, esta noche inicio una historia, un punto de unión de muchos caminos de mi vida, esta noche, sin siquiera darme cuenta, iniciaba un proceso de entendimiento enorme para mi, a partir de hoy, muchas cosas cambiarían, muchos recuerdos tendrían sentido, muchos otros que creía olvidados regresarían a mi mente como ladrones por la noche, sin siquiera darme cuenta, y el conjunto de estas partes le daría sentido y razón, le daría muchos “por qué”, le daría muchas respuestas a un corazón que no se había dado cuenta cuanto extrañaba, que no se había percatado de la falta que tenia, que no había notado, acostumbrado por la rutina, del vacío que su corazón tenia y que su mente exigía saber, pero como he dicho al inicio, fue el momento preciso para entenderlo, para aceptarlo y para compartirlo..

1 comentario:

  1. Me voy a piratear algo...y sí, yo tambien tengo una historia, pero muy diferente, en la Antigua jeje.

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