viernes, 29 de abril de 2011

CAPITULO XXIV, EL ENTENDIMIENTO

Entendía ahora, después de la primera parte del relato de Fernando, como después de varios turnos en el hospital, como el le hacía creer a mi madre, mi padre llegaba a casa con la bata llena de sangre después de lo que en realidad eran verdaderas jornadas de ayuda humanitaria en las aldeas cercanas, no era sangre de personas que llegaban al hospital, era sangre de personas que estaban peleando por lo que creían era un mundo mejor, era sangre de guatemaltecos que exigían un cambio aun poniendo en riesgo su propia vida, guatemaltecos que exigían libertad, guatemaltecos que simplemente exigían sus derechos básicos, era sangre de inocentes que habían quedado entre dos fuegos, era sangre de personas honestas y trabajadoras, eso era lo que mi padre hacia, ayudar a las víctimas, lo hacia por convicción ya que el tenia la cualidad de llevar a hechos aquello en lo que creía.

Hasta este punto de la narración mi sentir era cada vez más orgulloso de ese ser que me dio la vida, que lucho en cuerpo y alma por lo que creía correcto, que decidió pasar de las palabras a la acción, que decidió que su hijo y los demás guatemaltecos que recién iniciaban su caminar por esta vida merecían un futuro mejor, fue uno de los pocos que decidió pasar de un sentir indignado a un actuar por hacer las cosas distintas, y aun cuando hoy por hoy no comparto la ideología política y económica que el defendía, si se que su lucha era más fuerte que una simple ideología, era una lucha por los derechos, por las libertades, por respeto a la vida y eso en aquellos días era como pararse frente a una bestia furibunda sin más protección que la Fe y sin más escudo que saberse haciendo lo correcto.

Definitivamente admiro desde lo más profundo de mí ser a la persona que tuvo el coraje, el valor y la visión, en aquellos días tan complicados, de decir lo que pensaba y revelarse contra un sistema corrupto, asesino y vendido a los intereses del mejor postor. Hoy es fácil hablar y expresar, decir y retar, pensar diferente, en aquellos tiempos la realidad era muy distinta.

Mientras mi ser se llenaba de emoción, de orgullo y dentro de mi mente mi padre poco a poco se convertía en un súper héroe de carne y hueso, algo me dijo que bajara a la realidad, que bajara de las nubes de mi pensamiento y entonces, cuando mis ojos regresaron, la primera imagen que registraron fue la cara de mi madre llena de tristeza, llena de soledad, llena de dudas e incredulidad, mientras para mí esto era motivo de orgullo, para mi madre era una especie de traición, un secreto nunca contado, una historia no conocida del primer amor de su vida, sus lagrimas caían sin cesar, y junto a mi veía como la historia solo estaba iniciando y empezaba a emerger la figura de un ser que ella creyó conocer en su totalidad, pero que este relato le recordaba cuan misterioso puede ser quien acompaña nuestros días y más aun, la razón de la ausencia de ese ser que tanto la marco.

Era la historia del otro lado de la luna, era la cara oculta del ser que había compartido tan poco tiempo conmigo pero tanto me había marcado, era la historia de un ser que quiso hacer la diferencia y dejo su vida en el intento, un ser que trato de enseñar con el ejemplo y aun hoy lo sigue logrando, un ser que tenia amor para repartir, aunque mi madre pensaba que algunas veces el repartía mas amor del necesario pero esa es otra historia, y de un ser que se aferro a sus ideales sin importar el precio que tenía que pagar, siempre pensando que sus acciones harían la diferencia para el y para los seres que el tanto amaba, aun cuando la única forma de protegerlos era no diciéndoles que era lo que realmente hacia.

Y es aquí donde empiezan a tener sentido las frases de mi padre que nunca habíamos entendido, es aquí donde entiendo, o por lo menos creo hacerlo, que era eso tan importante que mi padre tenía dentro, eso que le hacía tratar de comunicar lo que sentía, lo que hacía, lo que pensaba, y fue por eso que en las noches de tranquilidad, con la luna blanca iluminando trato varias veces de hablar con mi madre, y lo más cercano que pudo decir fue

- Linda, algún día le voy a contar un secreto, algún día se lo voy a contar.
- Contamelo de una vez mejor – replicaba mi madre –
- No puedo, aun no, pero algún día lo hare… - contestaba mi padre de forma automática mientras el se encontraba perdido en sus propias memorias y pensamientos- .

Quince años más tarde, parece estar llegando el secreto que mi padre se llevo a la tumba, parece que quince años después esta frase empieza a tener sentido para mi madre y para mi, ese dialogo que tantas noches se repitió, que tantas veces sucedió, ese simple dialogo que extrajo lagrimas de mi padre en algunas oportunidades, y hoy las extrae de mi madre, hoy parecía tener sentido, hoy parecíamos saber el por qué de sus palabras, el por qué de sus secretos, el por qué de su silencio.

El por qué era simple, era su amor por nosotros, era la forma de protegernos, de cuidarnos de lo que podía pasar, era su forma de no inmiscuirnos en algo tan peligroso, era su forma de tratar de cuidarnos y de respetar que el había tomado una decisión, un riesgo, una línea de vida para cambiar su mundo, el había decidido dar hasta su vida por aquello en lo que creía, pero de ninguna forma estaba dispuesto a poner en riesgo la vida de los seres que tanto amaba. Eso es algo que se entiende muy claramente cuando llega a nuestras vidas el amor verdadero y un hijo producto de ese amor.

Es aquí donde empieza a tener sentido porque cuando mi padre y mi madre, conmigo aun en su vientre, salían de gira en los fines de semana a comunidades cercanas para hacer jornadas medicas gratuitas para los necesitados, al llegar a su destino mi madre se llenaba de sonrisas al notar como los humildes pobladores sonreían llenos de felicidad y como, en medio de sus grandes limitaciones económicas, de sus casas sacaban lo mejor que tenían por ofrecer para “El Doctor y su esposa”, era mucho más que una admiración por el doctor, era un agradecimiento desde lo más profundo de su alma por un ser que les brindaba ayuda sin pedir nada a cambio, hoy eso hace sentido, hoy eso explica porque muchas de esas personas estaban en su funeral, hoy eso explica porque con cada relato lo admiro mas.

Fue tanto lo que nos conto Fernando esa tarde que necesite de mucho tiempo para asimilarlo, para apropiarme de las experiencias y hacer lo mejor que podría hacer con ellas, tratar de imitarlas, de seguirlas y de compartirlas.

Los hechos que Fernando nos contaba, despertaban mas y mas sentimientos dentro de nosotros, muy diferentes en cada uno, pero todos llevándonos de la mano para entender un poco mejor la verdadera historia., Los acontecimientos que aun estaban por ser relatados terminarían de aclarar el panorama.

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Entenderás?

Con tu compañía me trasladaba
Un tráfico infernal me guiaba
En el radio suavecito sonaba
Yo sonreía y en mi mente como loco me imaginaba

Mas trafico había y tu seguías allí
Pero no estabas aquí
Suavecito seguía sonando
Yo simplemente seguía sonriendo

Como explicar que suavecito sonaba
Que me acompañabas
Pero tú no estabas, pero estabas
Y yo sonreía…

¿Disparate dices? Jajaj totalmente
Un sinsentido mis palabras!
Casi nadie entenderá que yo sonreía, suavecito sonaba y tu no estabas pero estabas
Tu… ¿entenderás?

lunes, 25 de abril de 2011

Pies sobre la tierra.

¿Y quien dijo que esto es una virtud?
¿Y quien dijo que es el modelo a seguir?
¿Y quien fue el iluso que definió que así debería de ser?

Si es por esa cualidad ingrata que los sueños mueren
Si es por esa “positiva característica” que muchas veces frenamos los anhelos
Si fue por esa razón que las alas no levantaron el vuelo
Si toque el cielo y lo deje ir pues los pies debían estar en tierra firme

Debía tener los pies bien firmes
Debía tener los sueños atados
Debía tener la imaginación apagada
Los recuerdos acorralados
Las ideas enmarcadas
Los ideales limitados

¿Qué virtud es esa que simplemente limita nuestro ser?
¿Quien dijo que la simple tarea de soñar es peligrosa?
¿Quién menciono que dejar volar nuestra imaginación es un riesgo?
¿Quién fue el temeroso que prefirió ver pasar la vida en la seguridad de la tierra y no vivirla en la plenitud de las posibilidades?

Si los pies sobre la tierra quieren decir no intentar…
Si los pies sobre la tierra implican limitar las ideas
Si los pies sobre la tierra son para no dejar volar los sueños
Si los pies sobre la tierra son simplemente para atar nuestros ideales

Si para eso sirve tener los pies sobre la tierra, tal vez ser un pendejo soñador sea un mejor destino, aunque como suele ser, esto sea poco aceptado socialmente, pero a quien le importa lo que la sociedad acepte o deje de aceptar, si al final vivir en nuestro propio mundo nos hace felices y plenos

Perdí tanto por tener "los pies sobre la tierra".

¿Pies sobre la tierra otra vez?.... ¡Me niego!

lunes, 18 de abril de 2011

CAPITULO XXIII (2do intento), LA OTRA CARA DE LA HISTORIA

El estaba con una mirada fija en el pasado, respirando de forma pausada y profunda, buscando en su interior las palabras más adecuadas para iniciar aquel relato, fueron segundos de suspenso interminables mientras su mirada en el ayer se fijaba y sus manos jugueteaban sin saber la razón, fueron momentos en los que mi mente estaba en blanco con total atención a Fernando, el resto del mundo no existía para mi en esos momentos, después de unos instantes sus ojos parecieron volver al presente, y sin más preámbulo soltó la siguiente frase

- Ese sacerdote dio su vida para que las personas sepan cual fue la realidad de nuestro país, esa realidad que no todos saben. Para que personas como tu sepan en realidad que paso con sus seres queridos y es bueno que sepas que la historia de tu papa aparecerá en ese libro, en el libro que publicó el sacerdote ahora muerto.

Aun tratando de comprender el alcance de aquellas palabras, aun tratando de comprender ¿porque aquello seria un misterio?, yo sabía que mi padre había muerto asesinado en medio de un conflicto armado que no veía buenos ni malos, simplemente asesinaba a cualquiera que pareciera pensar distinto o ayudar al que pensaba distinto, como ayudar a víctimas de masacres, que tan comunes eran por aquellos días, y por supuesto estas ayudas no eran bien vistas por la elite gobernante, estaban en contra de la voluntad de ciertos círculos políticos, económicos y militares, mi padre había sido una víctima como tantas otras, ¿qué secreto habría en eso?

Eso lo sabía, pero en esas palabras había algo mas, algo que no terminaba de entender, algo que no encajaba, no entendía porque tanto misterio si la publicación simplemente tendría un relato del trágico fallecimiento de mi padre, su vida de servicio y la familia que había quedado indefensa con su partida, no me parecía nada nuevo y menos aun secreto.

Mi expresión parecía revelar todas estas dudas y muchas más, ya que después de haber dicho estas primeras palabras, Fernando tomo aire, como si algún dolor hubiera iniciado por fin su alivio con esa primera frase, como si necesitara seguir sacando algo que guardaba muy internamente

- Su historia aparecerá porque yo me acerque a dar testimonio, me acerque a relatar la historia de su partida, la historia de su muerte, la historia de tu papá.

Mi expresión era la misma, algo de la información que estaba recibiendo después de más de quince años de su partida no la terminaba de entender, era como ver esas imágenes tridimensionales en las que ves el cuadro, pero aun sigues sin ver la imagen al centro, así me sentía y no podía esperar pacientemente y converse tratando de seguir el dialogo

- Es bueno saber que en algún documento aparecerá la historia de mi padre, créeme que iré a comprar la publicación el mismo lunes, pero, sigo percibiendo que hay algo mas, que hay algo en tus palabras que no termino de entender, siento que hay algo que sigo sin ver, es eso todo lo que querías decirme?

Mi madre no lograba decir palabra, estaba tan expectante como yo, Fernando entonces respondió a mi pregunta con un remarcado énfasis

- No, no es solo eso lo que quiero decirte, pero ten paciencia no es sencillo para mí tampoco. ¿Estás claro de que sucedió ese día y el día siguiente?

Aquella frase denotaba claramente que habría de descubrir pronto una parte de la historia que yo no sabía, una pieza que tal vez me ayudaría a encajar todas las otras piezas del rompecabezas de la historia que yo aun no lograba unir, entender esos detalles que parecían sinsentidos, esos momentos con los que me fui topando en el transcurso de mi vida y no terminaban de encajar, tenía la esperanza que eso brindara un poco de luz a estas opacas historias

- No es sencillo para mi contarte esto pues me hace recordar también que era lo que yo hacía por aquellos días, pero ese no es el tema en esa conversación

Respiro profundamente y continuó

- Hace algunos meses me acerque a los puntos designados para dar testimonio, fue allí donde relate como había sucedido todo con tu padre. Antes, durante y después de su muerte. Ten presente que no era simplemente una persona de apoyo, era realmente colaborador activo del movimiento izquierdista propio de la época

Empezó aquí el relato de varios temas, los primeros dolorosamente conocidos por mi persona, pero había otra parte de la historia que realmente era nueva y le daba una visión distinta a lo que sucedió.

El relato empezó con lo conocido, fue como volver a ver aquellos recortes de periódicos que mi madre guardaba escondidos…

Guatemala 25 de abril de 1981 (extracto Periódico El Grafico, 2 día después del evento) Tres fueron los hombres que participaron en el asesinato del doctor jefe de la sala de emergencias del Hospital Pedro de Betancourt de Antigua Guatemala según relato la esposa y vecinos de la víctima.

Tres hombres tocaron la puerta de la casa de habitación del galeno, solicitaron verlo aduciendo alguna dolencia, el Medico al verles pregunto, como era su costumbre, ¿en que puedo servirles? Uno de los hombres implemente respondió “en nada, solo venimos a esto…” y escudándose detrás de un biombo que había en la casa, que también servía como clínica médica en la calzada alameda, uno de los hombres disparo 12 proyectiles contra el galeno acertando todos ellos.

Después de los disparos la esposa del médico corrió gritando a levantarlo del suelo, su hijo veía la escena inmóvil y los 3 hombres salieron de la casa y huyeron en un vehículo estacionado en las afueras de la casa...

Aun escuchando la historia que me era tan dolorosamente conocida, y que tantas veces había vuelto a vivir en mi memoria, en ese momento empezaron a aparecer en escena nuevos datos antes desconocidos para mi, y fue aquí donde empezaron a aclararse en mi mente muchos porqués.

- Lo interesante del caso – decía Fernando – son los datos que no fueron publicados por el periódico, por ejemplo esa tarde hubo un carro estacionado a una cuadra de esa casa donde ustedes vivían, allí unos hombres con peinado militar, pasaron todo el día vigilando, al momento de empezar el movimiento para matar a tu papa, un camión del ejército fue atravesado en la calzada, de forma que bloqueaba el paso a cualquier carro que en ese momento fuera a pasar frente a la vivienda, dándole vía libre a los asesinos a huir sin ningún impedimento. El calibre de arma utilizada fue la que usaban los militares de la época, después de que el carro logro escapar, el camión del ejército paso lentamente frente a la casa, queriendo cerciorarse que la operación había sido un éxito, y luego se alejaron satisfechos de haber cumplido la faena del día, la orden del superior, el trabajo que les habían encomendado.

Hubo un largo silencio después de esta parte del relato, creo que yo lo necesitaba para procesar la información, aquello que yo creía era simplemente una sospecha, este relato lo terminaba de confirmar, mi padre había sido asesinado por el ejército, y mas allá, esto hizo que me recordara del relato que alguna vez me hicieran del velorio de mi padre.

Muchas personas de aldeas cercanas fueron a darle el último adiós “al Doctor” muchos apesumbrados y llenos de dolor, gran cantidad de ellos llenos de ira veían como alguien que les había ayudado de forma desinteresada en el pasado, hoy partía de una forma tan brutal, llegaron de todas las aldeas cercanas y todos con total humildad ofreciendo las condolencias del caso a mi madre.

Pero un dato curioso fue que ese día, por casualidad creía yo en mi estúpida inocencia, un camión del ejército lleno de soldados estaba estacionado afuera del lugar del velorio, ahora entiendo que le mensaje que el ejercito quería enviar era claro. Entiendo también porque la mayoría de los grandes amigos de mi padre, esos seres que habían compartido risas y llanto, logros y caídas y tantas cosas más, no llegaron, quien llegara al funeral corría el riesgo de ser identificado como “otro izquierdista” y ser asesinado, ser torturado, su familia secuestrada y tantas otras cosas que la imaginación no alcanza a entender, eso corrían el riesgo quienes se presentaran simplemente a dar el ultimo adiós a quien en vida fuera un amigo especial.

Fue allí donde inicio a contarme la historia, la parte de la historia que yo no conocía, aquí empezaron a aparecer datos que mostraban sin lugar a dudas la razón de la partida de mi padre, aquí también se hacía cada vez más claro el porque nosotros, mi madre y yo, que éramos su familia más cercana nunca supimos nada, era la única forma que él tenía de protegernos, era la única forma que el visualizo como alternativa.

Mi mente seguía corriendo por todos los rincones de mi memoria sin un destino definitivo, buscaba entre todos los pedazos de relatos que había encontrado antes de este día, estaba encontrando sentido a los comentarios que hacían referencia a la valentía de mi padre, a su entrega, a su nobleza, a su constante sonrisa, a su amor constante a los demás, hoy esas frases tenían aun más relevancia, mi alma seguía sin reponerse de lo que antes había escuchado, hoy la ausencia de ese ser tan especial tenía un sentido nunca antes visto por mí, pero mas y mas dudas emergían en mi ser y la historia estaba simplemente iniciando, Fernando tenia mas por contar.

viernes, 15 de abril de 2011

Hay lugares


Hay lugares que definen un antes y después en nuestro existir, que recuerdan a nuestro ser que la vida tiene sentido y es más que una simple rutina, hay lugares que nos marcan por lo que significan, por lo que representan, por lo que nos recuerdan.

Hay lugares en los que nuestra vida tomo un tumbo distinto, tuvo una visión diferente o simplemente son esos lugares los que nos hacen regresar en el tiempo y entender que fue lo allí sucedido. Son lugares especiales, son lugares místicos, son lugares personales, aunque no sean de nuestra propiedad, simplemente son lugares que, sin importar su arquitectura, sin importar su antigüedad, sin importar su localización, sin importar su estado, sin importar nada del lugar per se, nos hacen volar hacia un instante, hacia un recuerdo, hacia un momento que fue vivido hace mucho, pero que permanece vivo aun hoy.

Y son esos momentos, en aquellos lugares, los que forman una cadena de vivencias, una cadena de acontecimientos, una cadena de sucesos, una cadena de fragmentos que unidos entre sí forman anécdotas, forman eventos, forman simplemente historias que marcaron nuestras vidas, historias que definieron nuestro andar por este mundo, historias de definieron nuestro actuar, nuestro pensar y muchas veces nuestro sentir.

Estas historias, que han ido moldeando nuestra existencia, son como ríos desbordados que buscan su propio cauce, que forjan su camino y que convergen todos en un lago llamado existencia, son todas esas historias las que dan sentido a nuestro ser, son todos esos ríos los que alimentan el lago de nuestro existir, haciéndolo único e incomparable, especial, es ese paraíso interno que solo a algunos mostramos sin barreras, y que pocos lo han sabido apreciar.

Es todo lo anterior lo que llamamos vida, es todo lo anterior lo que forma lo que somos hoy, somos nosotros los que decidimos navegar por nuestros ríos e historias con total apertura, dejándonos llevar y recibiendo las deliciosas brisas o lo fuertes embates de sus aguas, somos nosotros los que decidimos si queremos ver la hermosa vegetación que rodea los ríos o simplemente la incomodidad que esto genera, somos nosotros los que decidimos como recibir y entender nuestras historias, vivir nuestros ríos, recordar nuestros momentos.

Simplemente es en días como hoy, en lugares como este y viajando en ríos como el que hoy me lleva, que recuerdo los tantos lugares, los muchos momentos, los espectaculares ríos y las incomparables historias que llenan mi vida, mi especial y única vida.

Es aquí donde recuerdo, es aquí donde navego y dejo que la corriente me lleve, es aquí donde simplemente vivo y disfruto por igual de la brisa del rio y de las rocas que golpean mi lancha, es aquí donde mis ideas cobran vida.

¿Dónde está ese lugar?... en cualquier sitio, en ningún sitio en especial, en todos lados y en ninguno.

miércoles, 13 de abril de 2011

CAPITULO XXIII, LA OTRA CARA DE LA HISTORIA

Con una mirada fija en el pasado, respirando de forma pausada y profunda, buscando en su interior las palabras más adecuadas para iniciar aquel relato, fueron segundos de suspenso interminables, fueron momentos en los que mi mente estaba en blanco con total atención a Fernando, el resto del mundo no existía en esos momentos, después de unos instantes sus ojos parecieron volver al presente, y sin más preámbulo soltó la siguiente frase

- Ese sacerdote dio su vida para que las personas sepan cual fue la realidad de nuestro país, esa realidad que no todos saben. Para que personas como tu sepan en realidad que paso con tu padre…La historia de tu papa aparecerá en ese libro, en el libro que publicó el sacerdote ahora muerto.

Aun tratando de comprender el alcance de aquellas palabras, aun tratando de comprender ¿porque aquello seria un misterio?, yo sabía que mi padre había muerto asesinado por un conflicto armado que no veía buenos ni malos, simplemente asesinaba a cualquiera que pareciera pensar distinto o ayudar al necesitado, como ayudar a víctimas de masacres aun en contra de la voluntad de ciertos círculos políticos, económicos o militares.

Eso lo sabía, pero en esas palabras había algo mas, algo que no terminaba de entender, algo que no encajaba, no entendía porque tanto misterio si la publicación simplemente tendría un relato del trágico fallecimiento de mi padre, su vida de servicio y la familia que había quedado indefensa con su partida, no me parecía nada nuevo y menos aun secreto.

Mi expresión parecía revelar todas estas dudas y muchas más, ya que después de haber dicho estas primeras palabras, Fernando tomo aire, como si algún dolor hubiera iniciado por fin su alivio con esa primera frase, como si necesitara seguir sacando algo que guardaba muy internamente

- Su historia aparecerá porque yo me acerque a dar testimonio, me acerque a relatar la historia de su partida, la historia de su muerte, en fin, la historia de tu papá.

Mi expresión era la misma, algo de la información que estaba recibiendo después de más de quince años de su partida no la terminaba de entender, pero no podía esperar pacientemente y converse tratando de seguir el dialogo

- Es bueno saber que en algún documento aparecerá la historia de mi padre, créeme que iré a comprar la publicación el mismo lunes, pero, sigo percibiendo que hay algo mas, que hay algo en tus palabras que no termino de entender, es eso todo lo que querías decirme?

Mi madre no lograba decir palabra, estaba tan expectante como yo, Fernando entonces respondió a mi pregunta con un remarcado énfasis

- No, no es solo eso lo que quiero decirte, pero ten paciencia no es sencillo para mí tampoco…

Aquella frase denotaba claramente que habría de descubrir pronto una parte de la historia que yo no sabía, una pieza que tal vez me ayudaría a encajar todas las otras piezas del rompecabezas de la historia que yo aun no lograba unir, entender esos detalles que parecían sinsentidos, esos momentos con los que me fui topando en el transcurso de mi vida y no terminaban de encajar, tenía la esperanza que eso brindara un poco de luz a estas opacas historias

- No es sencillo para mi contarte esto pues me hace recordar también que era lo que yo hacía por aquellos días, pero ese no es el tema en esa conversación

Respiro profundamente y continuó

- Hace algunos meses me acerque a los puntos designados para dar testimonio, fue allí donde relate como había sucedido todo con tu padre. Antes, durante y después de su muerte. Ten presente que no era simplemente una persona de apoyo, era realmente colaborador activo del movimiento izquierdista propio de la época

Fue allí donde inicio a contarme la historia, la parte de la historia que yo no conocía, fue allí cuando me conto que mi padre no hacia turnos seguidos de 3 días en el hospital, como le contaba a mi madre, la realidad era que mi padre después de un turno en el hospital se adentraba en las aldeas impactadas por el conflicto y ofrecía su ayuda a todo aquel que lo necesitara, heridos de guerra, enfermos, etc.

El era parte de esa ideología que profesaban todos aquellos que estaban cansados de los abusos de las dictaduras, que estaban cansados del intervencionismo, el creía firmemente que había que ayudar a los más necesitados y hacia todo lo posible por llevar esa creencia a la acción.

Entendía ahora, como después de varios turnos en el hospital, el llegaba con la bata llena de sangre a casa, no era sangre de personas que llegaban al hospital, era sangre de personas que estaban peleando por lo que creían era un mundo mejor, era sangre de guatemaltecos que exigían un cambio, que exigían libertad, era sangre de inocentes que habían quedado entre dos fuegos, eso era lo que mi padre hacia, ayudar a las victimas.

Hasta este punto de la historia mi sentir era cada vez más orgulloso de ese ser que me dio la vida, que lucho en cuerpo y alma por lo que creía correcto, que decidió pasar de las palabras a la acción, que decidió que su hijo merecía un futuro mejor, fue uno de los pocos que decide pasar de un sentir indignado a un actuar por hacer las cosas distintas, y aun cuando hoy por hoy no comparto la ideología política y económica que el defendía, admiro desde lo más profundo de mi ser a la persona que tuvo el coraje, en aquellos días tan complicados, de decir lo que pensaba y revelarse contra un sistema corrupto, asesino y vendido a intereses extranjeros

Mientras mi ser se llenaba de emoción y dentro de mi mente mi padre poco a poco se convertía en un súper héroe de carne y hueso, algo me dijo que bajara a la realidad y entonces, cuando mis ojos regresaron, la primera imagen que registraron fue la cara de mi madre llena de tristeza, llena de soledad, llena de dudas e incredulidad, mientras para mí esto era motivo de orgullo, para mi madre era una especie de traición, un secreto nunca contado, una historia no conocida del primer amor de su vida, sus lagrimas caían sin cesar, y junto a mi veía como la historia solo estaba iniciando y empezaba a emerger la figura de un ser que ella creyó conocer en su totalidad.

Era la historia del otro lado de la luna, era la historia oculta del ser que había compartido tan poco tiempo conmigo pero tanto me había marcado, era la historia de un ser que quiso hacer la diferencia y dejo su vida en el intento, un ser que trato de enseñar con el ejemplo, un ser que tenia amor para repartir, bueno mi madre pensaba que algunas veces el repartía mas amor del necesario, y de un ser que se aferro a sus ideales sin importar el precio que tenía que pagar, y siempre pensando que sus acciones harían la diferencia.

Fue tanto lo que me conto esa tarde que necesite de mucho tiempo para asimilarlo, para apropiarme de las experiencias y hacer lo mejor que podría hacer con ellas.

viernes, 8 de abril de 2011

Ocaso


Sin razón alguna, sin previo aviso, sin un plan, sin una idea, sin siquiera un leve presentimiento te atravesaste en mis días, no tenía idea que lo harías, no tenía idea de quien eras y jamás creí que la palabra nosotros fuera a ser utilizada, nunca paso por mi mente que aquel evento seria el inicio de tan especial historia, no pensé que te llevaría tan cerca de mí y algunas veces, para mi agonía, tan lejos, tan distante, tan ausente.

No vi venir tu presencia,
No vi venir tu cercanía,
No vi venir la vida,
No vi venir mi actuar,
No vi venir mi necesidad de ti.

Cuantas veces he querido volver a aquellos días, a aquel inicio de la historia, a aquel momento en el que nada importaba, en el que todo pasaba, y en el que yo me creía libre. Pobre iluso, pensando que se puede ser libre amando, pensando que se puede ser libre queriendo, pensando que compartiendo aun hay libertad, cuando la realidad es que mis pensamientos están junto a ti, mis sueños son contigo y la distancia solo me produce querer estar allí, que inocente al pensar que soy libre, mi libertad la tienes tu a tu lado, fue mi primer regalo para ti y no me arrepiento, hoy simplemente lo entiendo.

Fue una amiga en común quien nos mostro, sin saberlo ella, lo que sería el rostro de un futuro, fue ella quien con su personal inocencia fungió como punto de contacto, fue ella quien sonrió y algunas veces lloro a nuestro lado, como no agradecerle tal detalle, tal regalo, tal oportunidad de compartir, ser y hacer tantas cosas.

Hoy recuerdo como fue el inicio y me encanta,
Hoy recuerdo las etapas y sonrío
Hoy recuerdo los momentos y los vivo
Hoy recuerdo tu presencia y me erizo
Hoy recuerdo tu ser y me encanta

Hoy recuerdo que fue en una tarde, en aquel especial evento, cuando junto con el atardecer iniciaba la historia, fue en una tarde cuando iniciaron las sonrisas y las lagrimas, fue en una tarde cuando las líneas de nuestro destino iniciaron a entrelazarse.

Es un ocaso como este el que me recuerda cuando empezó,
Es un ocaso como este el que me hace soñar contigo
Es en un ocaso como este en el que mi alma sale de mi cuerpo y sueña contigo

Fue en un ocaso como este cuando todo inicio, y hoy en la distancia te recuerdo, que en un ocaso como este se unió algo que no se ha vuelto a separar…

sábado, 2 de abril de 2011

CAPITULO XXII, APRENDER DE LA HISTORIA

Aun en el RER y esperando llegar a mi estación, mi mente simplemente no se detenía, parecía un remolino de pensamientos, no lograba desligarse de aquellos temas tan impactantes y que para mi, poco a poco se estaban alineado de tal forma que eran un ciclo interminable en mi país, el nombre de la razón cambiaba, pero en el fondo era lo mismo, era esa intolerancia a lo distinto, era la corrupción del estado, era la inequidad, era la carencia de un real ente investigador, la razón era simplemente lo que al poder de turno se le antojaba, ni más ni menos.

Lo que más de indignaba, pero me llenaba de esperanza a la vez, es que normalmente el pueblo guatemalteco a sido sumiso, callado, extremadamente condescendiente con el poder, y no es para menos, mas de 200mil muertos y muchos más desaparecidos durante el conflicto armado interno, eso por no ir más allá a hacer cuentas de las tantas dictaduras que dirigieron el país, los guatemaltecos fuimos criados con miedo, con temor, y lo más triste es que la violencia que vemos, las muertes que presenciamos, las noticias que leemos, ya no nos impactan, es tan fácil escuchar de las personas la frase “si es normal” cuando se habla de una muert o peor aun la otra frase “aquí así es, y ni modo hay que aguantarnos”, frases que denotan el miedo a expresarse, lo cotidiano que se ha vuelto la agresión, la limitación de los derechos y el abuso de los lideres que usan estos límites para hacer cuanto quieran.

La historia se complica en el presente, pues a los brazos armados, ideologías retrogradas, tendencias absurdas, podemos agregar los tentáculos del narcotráfico, que ahora financia ejércitos personales, sobornan personal del estado y peor aún, en algunos pueblos son vistos como los héroes locales ya que son los que proveen salud, seguridad y justicia, por contradictorio que eso suene.

En este entorno hay algo que me llena de esperanza, por primera vez el pueblo se levanta y pide, exige claridad, no puede más, la población está indignada y cansada de tanto descaro e impunidad, por primera vez en muchos años el pueblo esta clamando por justicia, esta clamando por paz, esta clamando por que lo dejen vivir, porque los dejen prosperar y pensar un mañana mejor para sus hijos y nietos.

Es casi seguro que con tal presión internacional, generada por la información compartida en las redes sociales, la presión interna, y aun con los esfuerzos del gobierno de disfrazar las manifestaciones de guerra de clases sociales, todo parece apuntar que esta vez, si habrá una solución, si habrá un proceso justo y legal que mostrara que los guatemaltecos si podemos hacer las cosas bien, por lo menos eso es lo que parece.

Y por más que intento decirle a mis pensamientos que se enfoquen en algo mas, el simple hecho de ir en este tren, en esta cultura tildada de fría por muchos, nos demuestre de una forma impactante como una sociedad puede convivir con sus diferencias y crecer, y generar bienestar, y crear una infraestructura capaz de apoyarse unos con otros

Aquí conviven razas distintas, costumbres distintas, idiomas distintos, y nadie agrede, la tolerancia se respira en todos lados, el respeto a las leyes es inquebrantable, los derechos personales son incuestionables, y como no serlo, si fue aquí donde hace tantos años se inicio la pelea por la “Libertad, Igualdad y Fraternidad” movimiento generado por un pueblo oprimido al límite, como mi Guatemala de hoy, y cansado de ver como su futuro era mermado.

No es de asombrarse entonces cuando uno de los grandes pensadores franceses dijo “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta con mi vida tu derecho a decirlo” (Votaire) y eso muchísimos años, ¿cuando será el día que podremos poner esto en práctica en nuestra querida Guatemala?, ¿cuándo comprenderemos que si uno de nosotros empieza a escalar, debemos apoyarlo y sentirnos orgullosos de el, en lugar de hacer todo lo posible por no dejarlo destacar?, ¿Cuándo entenderemos y pondremos en práctica el respeto al derecho ajeno y exigiremos el respeto de nuestros derechos?

Cuando lograremos ver mas allá del simple hoy, cuando lograremos pensar en el mañana, cuando entenderemos que solo haciendo algo diferente hoy lograremos un futuro diferente a la realidad de hoy en día, cuando tendremos el valor de alzar nuestra voz nuevamente, como lo hicieron muchos que hoy están bajo tierra, para decir, no más, ¿Cuándo honraremos esas vidas que lucharon por una realidad mejor?.

En esto estaba cuando un trabajador del RER me hizo saber que habíamos llegado a la última estación, la mía, y que hacía ya varios minutos que todo el mundo había bajado. Me sonreí como niño al ser sorprendido soñando despierto en clase de matemáticas, cosa que frecuentemente me sucedía en el colegio, agradecí, sonreí y por supuesto baje del tren y busque las escaleras que me llevarían a la segunda planta en donde estaban situadas las puertas de salida del aeropuerto

Aun caminando seguía dándole vuelta a las cosas, seguía pensando en los mismos temas, seguía comparando las actitudes simples y cotidianas de esta sociedad con las de mi bello país, trataba de encontrar una forma de inculcar lo positivo de otras culturas en la nuestra, no juzgar las negativas, que por supuesto también las hay, sino buscar la forma de ser mejores cada día.

En este enredo de pensamientos y criterios me encontraba cuando una voz me hizo voltear, sin saber porque mis ojos se humedecieron al instante, mi pulso se acelero al máximo, mi mente dejo de pensar por un momento y me dejo en paz para poder vivir este momento, de manera automática doble mis rodillas y extendí mis brazos, y allí venia el gritando con su cabello alborotado, su sonrisa inocente y llena de vida, sus ojos azules brillando radiantes, y de sus labios salían las palabras más dulces que mi corazón escuchara jamás

- “Papi!! Papi!! Ya vine Papi!!, te extrañe mucho Papi”

Sin saber aun porque, mis ojos dejaron caer algunas lagrimas mientras abrazaba con todas mis fueras a ese pequeño ser que había ido de vacaciones a mi Guatemala querida, a ver a sus abuelos, lo abrace fuerte mientras el trataba de contarme en 30 segundos lo que había vivido los últimos 60 días, sentí alivio también, pues regresaron vivos, enteros y sin contratiempos.

Lo tome en mis brazos y camine a donde estaba la madre de este pequeño príncipe, vi su cansancio, vi su nostalgia de dejar nuevamente la tierra que nos vio nacer, pero tanto ella como yo estábamos llenos de alegría de nuevamente estar juntos, un abrazo nos unió a los 3, tome las maletas, ella tomo la mano del acelerado pequeñito y nos dirigimos de nuevo al primer nivel a tomar el tren que nos llevaría a casa.

Mientras caminábamos me contaban las aventuras, a quienes vieron, a donde fueron, que hicieron, todas las peripecias propias de la travesía, que cosas olvidaron, entre risas e imágenes mentales, me decían como estaba Guate, como las cosas se vivían, como los abuelos estaban “igual de amorosos” en las propias palabras del principito.

Aun cuando compartía la alegría de su llegada, el hecho de verlos llegar, mencionar el tema de las manifestaciones por el caso del abogado, y recordar la angustia que sintió mi corazón al tenerlos lejos, me hicieron pensar que habría sentido mi padre en los momentos previos a su partida, que habría sentido en el momento mismo en el que sus últimos suspiros salían de sus pulmones, que habría pasado por su mente, este cuadro con mi príncipe no hizo más que recordarme como era que yo recibía a mi padre después de sus días de trabajo, me hizo volver a ser un hijo, y nuevamente recordar aquella historia que conocí por primera vez en un comedor redondo, con la luz de la tarde despidiéndose, y acompañado de 3 adultos, 2 de los cuales tenían mucho que contar.

A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...