Después de colgar la llamada con mi tía, y quedar de acuerdo en día y hora para nuestra reunión, mi cara no podía ser de más asombro, incredulidad, felicidad, todo al mismo tiempo, era una sensación extraña, nunca me he caracterizado por ser extrovertido, así que también cierta prudencia latía dentro de mí.
Mi madre, extrañada por aquella llamada, me pregunta que pasa,
- que tía te llamo? Que paso?...
- Me llamo mi tía, la hermana de mi papa..
- Y que quería? Le paso algo a alguien?
- No, solo que después de tanto tiempo de no vernos, me invito a una reunión pues mi abuela quiere verme
- Y quieres ir?
- Sí, creo que después de tanto tiempo, es algo que debo hacer
- Bueno, si quieres que te acompañe me decís
- Yo te aviso, pero creo que lo mejor, esta vez, es ir solo
La cara de tristeza no pudo ser ocultaba por mi madre, no sabía si por todo lo que paso, o por todo lo que no paso en estos 15 años de separación de aquella familia que también es parte de mi historia, pero de la que hace mucho no sé nada, de la cual presiento tampoco mi madre sabe mucho, tampoco ella conoce a profundidad, tampoco ella alcanza a entender las actitudes y raciocinios, y no es para menos, después de vivir con mi padre tanto tiempo hay cosas que no entendía, y otras que aun le lastimaban. En realidad creo que mi madre veía venir la apertura de muchas puertas y heridas que creía sanadas, pero que en lo profundo de su ser sabia que estaban tan abiertas como hace muchos años, recuerdos de su vida de matrimonio, de su primer amor, de su inocencia y su entrega, de su soledad, de la tristeza de perder alguien tan especial para ella, de crecer y madurar de una forma tan cruel.
Ella jamás hablo mal de mi padre, nunca hablo de él con odio o rencor, jamás de su boca salieron cosas negativas de mi padre, mi madre hablaba de el como el ser perfecto, y aunque alguna vez creí que lo hacía para no dañarme a mí, con el tiempo entendí que el amor que se tenían era tan grande que mi madre no podía verlo diferente. Pero al resto de mi familia materna se le fueron escapando pequeños secretos que me hicieron ver algunas cosas que mi madre no me dijo jamás, algunas las entendía, pero muchas otras no, muchas otras no lograba comprenderlas no lograba cuantificar o magnificarlas, no sabía el por qué y quería saberlo.
A mi mente regresan los relatos que me hacia mi madre, de lo abnegado de mi padre en su profesión (medico), de cómo pasaba días enteros en el hospital nacional ayudando a la gente humilde, como hacia dobles turnos, como eso lo ausentaba de casa hasta 4 días seguidos, y al regresar venia con su bata blanca llena de sangre proveniente de las operaciones y totalmente exhausto.
Venía a mi mente, como bellos recuerdos (que no se si recordaba realmente o de tanto escuchar la historia había pasado a ser un recuerdo creado) de cómo mi padre en su clínica particular atendía a muchísima gente los días que no estaba en el hospital, y como mucha de la gente que llegaba le decía que no tenían dinero, y mi padre les decía “no se preocupe, lo importante hoy es su salud, venga, y llévese estas pastillas que le van a hacer bien”.
Nosotros como familia, lográbamos cubrir con el salario que el hospital le daba a mi padre únicamente la mitad, o un poco menos, de los compromisos económicos del mes. Y es allí donde nace muchas veces mi amor a mi país, a mi gente, al ejemplo de mi padre, porque en las últimas semanas del mes, esas semanas en las que ya no había dinero para nada, en las que no sabíamos si comeríamos o no, esas semanas, alguno de los pacientes de mi padre aparecía en la clínica, y le llevaba un “regalo de agradecimiento” al doctor por haberlo curado a el o algún otro familiar, y cual sería nuestra sorpresa al ver canastas de verduras, pollos, frutas de la mejor calidad lo mejor que tenían lo daban en agradecimiento a aquel que humildemente trataba de curar sus padecimientos. Y así fue mientras vivimos juntos, la mitad del mes vivíamos de la economía capitalista, recibiendo un salario por el trabajo de mi padre, y la otra mitad del mes de la socialista, recibiendo alimentos por trabajo, interesante teoría económica.
Todas esas anécdotas rondaban en mi mente, esa y muchas más que con el pasar de los años lograría encontrar en las personas que aparecían en mi camino y que habían pasado junto a mi padre en algún momento de la vida, así poco a poco fui creando un rompecabezas de lo que creía era mi padre, pero algo estaba incompleto, algo no terminaba de encajar, tenia siempre la sensación de que algo en la historia no estaba completo. Muchas veces trate de imaginar la vida de mi padre, y siempre llegaba a ese callejón sin salida que me decía que algo debía de haber generado ciertas acciones, con el tiempo entendí algunas, me entere de otras, y algunas mas las entenderé algún día en el futuro, eso lo sé o por lo menos así lo espero.
En fin después de divagar por esos pensamientos, me enfoque en imaginar cómo sería ese primer encuentro, ¿a quienes vería?, ¿A quienes reconocería?, ¿Que tan grande era la familia? Y de pronto una idea atravesó mi mente y me dejo congelado, ellos, ¿ellos me reconocerían?, ¿Recordarían como es mi apariencia?, ¿Seria yo lo que esperan ver?, ¿Seria yo la persona que ellos creen que soy?, ¿Estaré a la altura de los recuerdos de mi padre?.
Esas y muchas más interrogantes pasaban por mi mente, 15 años de ausencia es mucho tiempo, es una vida, es tantas cosas, tantas experiencias, tantos aprendizajes, tantas cosas que moldean tu ser, tenía muchas ganas de escuchar historias de mi papa, dentro de mi quería mucho que alguien me dijera que me parecía a el, había tantas cosas que quería escuchar, mi entusiasmo estaba en aumento y cada día de esa semana paso lentamente, como si el tiempo me castigara, como si el pasar de los días se prolongara de forma proporcional a mi deseo de que llegara el sábado, sin saber que ese sería el principio de un aprendizaje grande, sería una prueba a mi corazón, y un duro reto para mi mente.
Me enfrente a esos 6 largos días, con todo el coraje que pude, con toda la entereza y tratando de entender cómo hacer para que mi ansiedad no le ganara a mi tranquilidad, así pasaron esos 6 días, antes de aquella primera reunión.
Este es un lugar abierto a comentarios, ideas, pensamientos, artículos, queremos compartir y aprender. Queremos mostrar los primeros pasos de una historia, tal vez sea aqui donde se complete, por favor pasen adelante.
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creo que sera necesaria una segunda parte de la historia... como terminó? que reacción tuvieron todos y cada uno? fue como se esperaba?
ResponderEliminarpor favor continue la historia!
MP