martes, 28 de mayo de 2013

Un 25 de mayo


Corrían los años de locura y desenfreno, aunque nosotros creíamos que vivíamos en jaulas o regimientos militares, por las muchas reglas que nos imponían nuestros padres, éramos cuatro amigos muy unidos que ese día celebraríamos el cumpleaños de uno del grupo, nuestro querido compañero nos invitó a su casa después de salir del colegio, todos aceptamos muy contentos y cada uno había tramitado el respectivo permiso con sus padres en los días anteriores al gran evento.

Aquel día, al finalizar la jornada normal de clases iniciamos el laboratorio de electrónica, el cual finalizaba más o menos a las 3 de la tarde, a esa hora enfilamos todos llenos de entusiasmo hacia la estación de bus más cercana, esperamos el bus indicado y emprendimos el camino hacia una tarde que prometía ser todo un evento, único y espectacular.

En el bus reíamos como locos y hablábamos de cualquier incoherencia imaginable, éramos vistos con curiosidad y risa por los demás usuarios del transporte público, y es que a decir verdad por aquellos días éramos cuatro adolescentes, calenturientos, pendejos, felices e irreverentes, hoy en día por lo menos ya no somos adolescentes…

Poco a poco fuimos notando un ambiente extraño en el bus, pero nada dijimos, hacíamos planes para la celebración del día y conversábamos de los proyectos que deberíamos entregar en los próximos días y que mucho esfuerzo requerirían, hablábamos también de las chicas que llenaban nuestros ojos de ilusión y fantasía riendo sin parar al confesar que ni siquiera habíamos tenido el valor de presentarnos ante ellas, en medio de aquella tertulia bajamos en la estación más cercana a la casa de nuestro amigo y caminamos unos minutos hasta llegar a su casa, las calles parecían menos pobladas que de costumbre pero atribuimos eso a las lluvias típicas de la época, el trayecto total fue de más o menos una hora y media, pero había valido la pena, todo estaba listo para celebrar y todos teníamos permiso para estar en aquella fiesta, ¡NADA podía salir mal!

Entramos llenos de entusiasmo, con nuestros útiles escolares en la espalda, las camisas del uniforme fuera del pantalón, los sweters del uniforme amarrados en la cintura y riendo a mas no poder, igual que cuando tomamos el bus, en cuanto abrimos la puerta y vimos la sala totalmente decorada para aquel evento nos dijimos con las miradas lo alegre que sería aquella tarde, al fondo de la sala estaba el padre de nuestro amigo quien con una enorme sonrisa nos dio la bienvenida y con una mirada y un amable gesto en sus manos nos invitó a tomar asiento, con mucha formalidad paso al frente y se preparó para decir unas palabras,

Una bienvenida pensamos todos, un agradecimiento por acompañar a su hijo en tan especial celebración nos imaginamos, tal vez una animación a hacer de aquella tarde una fiesta incomparable y digna de ser recordada, aclaro su garganta y con el mismo semblante amable que lo caracterizaba dijo lo siguiente

-          Chicos, esta tarde el presidente de turno ha dado un Autogolpe de estado, disolviendo de esa forma los otros poderes del estado, el estado de sitio en el país iniciara en 1 hora, están prohibidas las reuniones de más de 3 personas y andar por las calles después de esa hora, así que por favor tomen sus cosas y encamínense a sus casas en este momento pues el transporte público será cancelado pronto… por favor al llegar llámennos para saber que llegaron bien

Con cara de no saber que pensar, agradecimos el aviso al padre de nuestro amigo, dimos el abrazo de cumpleaños al querido amigo y salimos de aquel lugar casi corriendo, los otros dos amigos vivían en las cercanías, a mí me tocaba realizar un trayecto más largo en bus, aproximadamente 1.5 horas, así que inicie el camino, sin fiesta, sin parranda, sin refacción (¡tenía mucha hambre!) y con el gran cuestionamiento de que estaba sucediendo en el país.

El colegio abrió sus puertas el día siguiente y algunos llegamos, muchos se ausentaron, las comunicaciones al extranjero estaban bloqueadas, los canales de televisión local tenían prohibido mencionar algo de lo sucedido, los programas de noticias internacionales habían sido bloqueados para que la población interna no supiera que estaba sucediendo, los periódicos encabezaban sus primeras planas haciendo referencia al oscurantismo de la edad media y dejaban en blanco las primeras páginas de sus ediciones, las correspondientes a las noticias nacionales, nadie sabía nada, soldados patrullaban la ciudad, una tensa calma reino los días siguientes a aquel evento.

Este 25 de mayo se cumplieron veinte años de aquel cumpleaños que NO celebramos, pero que tal como pensamos y predijimos seria imborrable de nuestras memorias, quedaría en los anales de la historia como un día para resaltar en la historia de nuestro país, y un día digno de recordarle a nuestros hijos y tal vez a nuestros nietos, imagínense contarles como aquel día de cumpleaños terminamos corriendo hacia el transporte público llenos de temor, corrimos por calles y avenidas para llegar a nuestra casa, huyendo de un estado de sitio impuesto por el ejército, escondiéndonos en las esquinas esperando no ser capturados por la policía al estar fuera de casa a las 6 de la tarde, caminando cual espías en territorio hostil, sin teléfonos móviles para avisar a casa cual era nuestro paradero, sin twiter para saber que estaba pasando sin censura, sin chat para tener comunicación inmediata a cualquier lado del mundo.

Así pasó, así fue, así era, así vivimos, así crecimos, así entramos en contacto con la realidad del mundo, y así fue como, mientras regresaba por aquellas calles vacías, mi mente no para de recordar las muchas carcajadas emitidas unos minutos antes y, contrario a lo que cualquier mente medianamente responsable o regularmente cuerda pensaría, me emocionaba lo espectacular de aquella aventura, me sentía como James Bond en una aventura extrema, ¡QUE TIEMPOS AQUELLOS!

¡Feliz cumpleaños compadre! Aunque sea unos 20 añitos tarde, pero la culpa fue de Serrano mano…

miércoles, 22 de mayo de 2013

País de maíz e indiferencia


Luces por el cielo aparecían, como destellos repetitivos en la oscura noche, lo truenos estridentes seguían a aquellos destellos, enigmáticamente no caía lluvia sobre aquel poblado, al ver al cielo se veía una noche con una luna en todo su esplendor y ninguna nube se aproximaba al cielo, los destellos de luz eran cada vez más cercanos y los ensordecedores tronidos hacían que todos trataran de escapar de aquel momento.

Las metrallas escupían balas ininterrumpidamente, buscaban principalmente a hombres y niños, las mujeres serian dejadas para el festín de cierre, en el que celebrarían su victoria, un bacanal de gritos, sangre, dolor y humillación.

Entre los cadáveres apilados en el centro de la aldea, había un niño que tembloroso rogaba al cielo que nadie lo viera, casi no podía respirar por el peso de los miembros desmembrados que sobre su espalda se acumulaban, la peste de los cuerpos quemados no lo dejaba respirar y la sangre que escurría sobre él le impedía ver claramente, sus oídos eran su único contacto confiable con lo que estaba pasando, las mujeres gritaban sin parar, entre todo aquel ruido reconoció una voz, una mujer pedía piedad, gritaba por su vida, los soldados reían mientras frente a ella asesinaban a golpes a su pequeño hijo de días de nacido, los gritos cesaron después de un estruendoso disparo, en aquel momento el niño lo había entendido, su madre ahora estaba en otro mundo junto al resto de la familia, solo él había sobrevivido.

Al finalizar la tarea aquellos hombres partieron, llevando tras de si las almas de los campesinos recién asesinados, el niño temblaba entre la tragedia, tenía miedo de levantarse, tenía miedo de ser asesinado, tenía miedo de ver lo que había pasado, tenía miedo del mundo, tenía miedo del hombre, ese que sin aviso entro en su vida, sin palabras previas asesino a su familia y sin razón alguna lo dejo solo en este planeta.

Venciendo su miedo logro salir de aquel lugar y esconderse en la montaña, allí encontró a otros, que como el, habían escapado de milagro de alguna otra matanza, buscaron comida en el suelo, tuvieron por techo las estrellas y por cobijo a sus compañeros, el juego se llamaba sobrevivir, la inocencia había desaparecido, la razón no entendía y sus instintos los llevaron a emigrar, lejos de aquel momento, lejos de aquel lugar, legos de aquellas personas, así fue como nuestro amigo de menos de 10 años apareció en la ciudad de Guatemala, después de meses de esconderse, de no tener refugio ni ayuda.

Llego a la gran desconocida, la ciudad, con una gran esperanza, aquí la vida se decía mejor, mas no encontró refugio, la espalda de sus semejantes y el desprecio de la sociedad fueron su pan de cada día, sus oídos se llenaron de palabras que las personas le decían despectivamente, indio, shuco, mula, ratero (aun cuando nunca había robado en su vida), etc.  La oportunidad no existía y la sobrevivencia siguió siendo el juego, ya no dormía entre árboles, ahora lo hacía entre basura, las violaciones y las torturas eran pan de cada día, los abusos eran cotidianos y muchas veces fueron infligidos por aquellos que tenían por tarea proteger a los guatemaltecos, y entre estas agresiones aquel niño se volvió joven y aquel joven fue hombre. 

En el recorrido miserable de su vida fue protegido por un grupo de desdichados, igual que él, que para darle la bienvenida lo golpearon brutalmente y para aceptarlo él tuvo que dar una paliza igual que la que recibió, el hambre se olvidó con pegamento y la soledad se cubrió con nuevos amigos que velaban por él,  eran su nueva familia. Finalmente encontró un lugar en el que se preocupaban por él.

La compasión y piedad desaparecieron de su ser, aquella indiferencia que vio en la sociedad cuando necesito un consuelo a todo su dolor ahora llena su ser de odio y tristeza, su rabia esta cimentada en el resentimiento, muchas veces sin siquiera saberlo, en aquel caos de miseria y violencia conoció a una marginada más, que entre drogas y balas llevaba su vida y procrearon un niño, uno que creció huérfano entre violencia, drogas, ignorancia, miedo, necesidad e indiferencia, ese niño hoy tiene quince años, algunos más o algunos menos, quien sabe y a nadie le interesa, y llena sus días en actividades delictivas, es un hijo de las complicaciones, un hijo de los sentimientos más bajos de los que la raza humana es capaz.

Le pidieron matar a alguien a cambio le darían un miserable billete, un billete que podría llenar alguna básica necesidad drogas, licor o hasta comida, pensó en respetar la vida pero no sabía porque debía hacerlo si ni la suya ni la de sus padres había sido nunca respetada, pensó en respetar la dignidad pero esa palabra solo le daba risa, pensó en respetar la edad y no vio razón alguna para hacerlo, pensó en respetar su patria y se llenó de odio al saber que su patria jamás lo respeto a él y lo ignoro mientras sufría, esta vez no lo ignorarían más.

El final no lo supe, pero seguramente el ciclo se repetirá una y otra vez hasta que no hagamos algo como sociedad, patria somos todos,  que hacer  no lo sé, como hacerlo tampoco, solo sé que el primer paso es aceptar que nuestra realidad hoy está basada en un pasado conflictivo, reconozcamos como estamos hoy, entendamos la razón que nos trajo aquí y después trabajemos en cambiar nuestro país, el primer paso es reconocer la verdad, ser sinceros con nosotros mismos, no tapar el sol con un dedo.

Si queremos un mañana diferente dejemos de hacer eso que hicimos ayer y que nos trajo a este hoy que no nos gusta.

Hagamos que este país cambie, este país somos nosotros… cambiemos entonces.


viernes, 17 de mayo de 2013

Ocha veeez (esto pareciera cíclico…. ¿no les parece?)


Y va de nuez pues, otra vez llegan los vientos de reflexión, esos en los que nuestra mente trata, aunque no siempre lo logra, de hacer una retrospectiva objetiva, o creíble, o medianamente imparcial por lo menos de lo sucedido en la última vuelta alrededor del sol, como una foto satelital que nos muestra el sendero avanzado y podemos visualizar donde empezamos, donde vamos y podemos imaginar a donde probablemente llegaremos si seguimos por esta vía.

Son vientos melancólicos y agridulces, la melancolía es ese inseparable ser que camina junto a mí y no me deja siquiera respirar, es como un compañero leal e inquebrantable que junto a mis pasos camina y guarda en el saco que lleva en su espalda todos los momentos que algún día usara para recordarme las cosas del ayer.  Son agridulces pues los recuerdos que lleva a cuestas el amigo melancolía tienen una mezcla de vivencias, todas suman, todas enseñan pero algunas dejaron huellas dolorosas y otras solo caricias aterciopeladas.

Es en estos momentos que se evalúa, o por lo menos se trata de ver en perspectiva, como los obstáculos que se veían gigantes no lo eran tanto, que los momentos que pasamos sin pensar en realidad eran “los momentos” que hoy nos hacen sonreír, que las prisas no siempre hacían diferencia, que los esquemas se rompieron y la vida continuo, que los segundos que dimos de corazón quedaron en la mente de quienes los recibieron y quiero soñar que algún grano de arena aporte en algún lugar.

Con humildad recuerdo los retos que vencí, con sonrisas los tropezones que lleve, con orgullo los somatones que me di y con prudencia recuerdo los éxitos que llegaron, que rico se siente levantarse, sacudirse y tratar de nuevo, terco me dicen algunos, necio me dicen otros yo prefiero pensar que soy simplemente perseverante… y medio necio J, pero lo más importante de cualquiera de esos procesos es tener siempre presente quienes se alegraron y fueron parte de mis éxitos, quienes me tendieron la mano después de mis caídas y quienes fueron parte de la historia, quienes me ayudaron  y a quienes intente ayudar, sin perder de vista que aun aquellos que me dieron la espalda me ayudaron sin saberlo y también les digo gracias.

Es intenso ver cómo llegaron ángeles increíbles, aquí llamados amigos,  que nos hicieron ver y sentir de alguna forma que no sabíamos, que nos hicieron dar ese paso que no nos habíamos atrevido dar.  Como hubo también quienes nos dieron su último adiós entre lágrimas y risas, y aun cuando creí que no dolería su partida, dolió en el núcleo de mi ser, y es que con el tiempo los golpes van desapareciendo de la memoria, como escritos en arena del desierto, pero las caricias quedan grabadas en piedra, como la fábula de los amigos en las dunas.

Una vuelta más al sol y un poco de arena menos en la parte alta de mi reloj de arena personal, empiezo a pensar como viejo, aunque creo que siempre lo he hecho de esa manera, tal vez nací viejo y rejuvenezco en cada año, tal vez soy un melancólico empedernido o tal vez simplemente ya me está pegando la goma adelantada de tanto ron que me tomare para celebrar que la vida ha sido buena y me ha dado todo lo necesario para elevar mi rostro, abrir mis brazos, sentir el viento ligero acariciar mi cuerpo y con la sonrisa más amplia de la que soy capaz poder gritar GRACIAS A LA VIDA por todo aquello que ha llegado, por lo que no ha llegado y por sobre todo por darme cada día una razón para ser feliz.

Tengo suficiente, diría un amigo, soy lo que quiero, diría algún filósofo, amo con locura o soy un loco que ama, no sé bien la diferencia si es que la hay, diría un enamorado, no tengo nada y tengo todo, siento en las venas la pasión de vivir, en la mente el deseo de amar y en el corazón la sed de pensar, y no lo dije al revés, soy simplemente un humano en esta marea de personas que hoy dice gracias por una un año más de vida, gracias por un amanecer cada día y un cielo lleno de luces cada noche, gracias por la lluvia que baño mis dolores, gracias por quienes llegaron y por quienes partieron, gracias por todo y por nada.

Un año más mis amigos y de seguro que este nuevo vendrá más excitante que los anteriores, lleno de retos, enseñanzas, bendiciones, felicidad y buenas cosas,  así es pues que, dicho lo anterior, se abre la hora de fiesta! Un Ron Zacapa, una cerveza, un tequila, un vodka, un wiskey, una cusha o un vaso de agua para los valientes que pasan esta vida sin nublar su vista y estoicos se paran frente a la realidad sin siquiera pestañar, desde aquí brindo con ustedes familia y amigos que hacen de cada día una aventura inigualable en este regalo divino llamado vida

¡Salud mis amigos! Gracias por su presencia en este año que pasa y en este que iniciara

¡CELEBREMOS PUES!


lunes, 13 de mayo de 2013

Un 10 de mayo diferente


En mi país el 10 de mayo es un día muy especial, celebramos el día de las madres, y es por esta razón que el movimiento es sumamente alto, proliferan por doquier los mensajes de amor y agradecimiento, las ofertas y descuentos para celebrar a los más sagrado de nuestras vidas en un proceso de consumo de aquel selecto grupo de la sociedad que tiene la oportunidad de comprar algo y por supuesto los corazones se llenan de melancolía, amor, felicidad, fiesta o tristeza según sea el caso de cada uno, así pasan los 10 de mayo por mi país, unos más profundos y sinceros, otros más comerciales y superficiales, pero en todos ellos con la mejor de las intenciones.

Pero este 10 de mayo, el del año 2013, paso un tanto distinto por lo menos para mí, por la mañana mi primer saludo fue para la madre de mi hijo, madre por excelencia que da todo en su vida por ese tesoro nuestro, una bendición realmente tenerla como madre de mi hijo, minutos después mi saludo fue para ese ser que me dio el regalo más grande que uno puede recibir en este mundo, la vida, un abrazo caluroso, un agradecimiento profundo y un sentir de plenitud al poder abrazar a ese ser que tanto me llena.  Por otro lado también tenía en mí ser un sentimiento que no se describir con exactitud, no sé si era ansiedad, curiosidad, expectativa o qué, pero ese día se daría lectura al veredicto en un juicio por genocidio en contra de quien fuera jefe de estado de facto (por golpe de estado) entre 1982 y 1983, que lidero el país en uno de los capítulos más sangrientos de nuestra historia.

La cita era a las 4 de la tarde, era un evento histórico en nuestra sociedad, independientemente de si se estaba a favor o en contra del acusado, independientemente de la ideología política, económica y social que se profese, este caso ponía en contexto que por primera vez se mostraba que la justicia puede llegar a cualquier jerarquía, a cualquier persona, y se diría si en Guatemala sucedió algo que muchos califican de exageraciones y otros de realidad, no importaba de qué lado de se estaba, era un fallo que mostraba un antes y un después en nuestra historia.

Mientras se fue acercando el horario fui tomando conciencia de lo que sucedía a mi alrededor, empecé a buscar si había más personas interesadas en el proceso que se estaba llevando a cabo, note poco a poco, y para mi tristeza más profunda, que la indiferencia reinante hacia este juicio era enorme, los restaurantes tenían largas filas para ingresar a celebrar, las conversaciones eran triviales en todos lados, cada uno pensando en sí mismo, y de cualquier otro tema, parecía que aquel juicio era de una persona irrelevante y no de un suceso que corto la vida de decenas de miles de guatemaltecos y dejo varios cientos de miles más profundamente afectados de diversas formas.

No se la razón de aquella indiferencia a ciencia cierta, no sé si es porque la mayoría de víctimas fueron indígenas (guatemaltecos), que en su mayoría no hablan español (guatemaltecos), que no tienen aún acceso a educación (guatemaltecos), que viven en su mayoría bajo la línea de pobreza (guatemaltecos) y que son sobre todo MAYORIA en este país (guatemaltecos). Tal vez es que esa burbuja que se dibujó en la ciudad aun es fuerte, esa burbuja que hacía que el país estuviera sangrando día a día pero en la ciudad siguiéramos con vida “normal”, en cines, centros comerciales, sexteando en la zona 1, viajando, comprando, jugando, tal vez hay muchos que no saben, o no quieren saber, lo que sucedió en el país, algunos tal vez no ven relevante juzgar a un anciano, tal vez no se entiende porque juzgar a alguien por algo que NO nos afectó (pensaran algunos en una especia miopía social), tal vez tantas cosas, simplemente no entiendo cómo podemos seguir indiferentes a la muerte, el sufrimiento y por sobre todas las cosas a la realidad actual como producto de una historia turbulenta.

Escucho a tantos diciendo que quieren cambiar nuestro país, pero esos mismos no se interesan en saber la realidad en la que vivimos, y pienso hacia mis adentros como si esto fuera un proyecto cualquiera en una empresa X, para iniciar cualquier camino hacia una realidad diferente el primer paso es diagnosticar y saber exactamente “donde estamos, que somos, porque estamos donde estamos” después podremos pensar en estrategias para llegar a algún lugar diferente, pero si no hemos querido dar el primer paso, ver nuestra realidad, entender nuestra historia y saber en qué lugar estamos, ¿Cómo podemos siquiera pedir algo diferente?

El veredicto llego, los restaurantes seguían celebrando e ignorando, las fiestas siguieron su curso, la justicia no es noticia, no vende…

Yo quiero creer que estamos un paso adelante, estamos perdiendo el miedo de pedir justicia, estamos buscando que nuestra voz se escuche, que hay diferencias las hay y es nuestra obligación conversarlas, ya no discutiremos con fusiles en mano, en lugar de eso lo haremos con libros, historia y palabras, crezcamos Guatemala, pero crezcamos reconociendo nuestros errores (de cualquier bando), crezcamos aprendiendo de lo sucedido y enseñándoselo a los que vienen tras nuestros pasos, crezcamos construyendo como hermanos, crezcamos dándonos la mano todos como seres iguales que somos en este país, aquí somos guatemaltecos TODOS, olvidemos las divisiones de cualquier tipo y empecemos a caminar.

Recordemos estas palabras

                Aquel que no quiere razonar es un fanático
                Quien no puede razonar es un tonto
                Y quien no se atreve a razonar es un esclavo
                (Sir. William Drummond of Logiealmond)

El viernes 10 de mayo dimos un paso, faltan muchos pasos más, pero no será posible darlos en medio de la indiferencia, las diferencias, la intolerancia y la ignorancia.

viernes, 10 de mayo de 2013

¿Quién fue?


ü  ¿Quién fue la que entre dolores y molestias por esa enorme barriga nos llevó durante nueve meses, más o menos, llena de alegría y amor esperando nuestra llegada?
ü  ¿Quién fue la que entre lágrimas y gritos nos dio la bienvenida a este mundo, y aun adolorida y  amoratada lo primero que pidió fue tenernos en sus brazos?
ü  ¿Quién fue la que con paciencia y ternura aguanto todos nuestros desastres en nuestros primeros años de vida, soportando faenas de 25 horas, con periodos de sueño diarios de no más de 15 minutos?
ü  ¿Quién fue la que nos dijo “!que pintura más bella!” y entre lágrimas guardo aquel papel lleno de garabatos que nada decía, y aun hoy lo tiene guardado?
ü  ¿Quién fue la que, sin importar las situaciones del día a día, nos esperaba llena de felicidad invitarnos a dar siempre lo mejor de nosotros mismos?
ü  ¿Quién fue la que con sabiduría nos dio lecciones de vida que aun hoy recordamos y cada día entendemos más la razón de aquella lección?
ü  ¿Quién fue la que, sin importar las variadas locuras que se nos ocurrieran, nos apoyó como fanática de equipo de fut ball, con gritos, sangre sudor y lágrimas?
ü  ¿Quién fue la que en madrugadas de estudio estuvo pendiente de si necesitábamos algo, aun después de ella haber cumplido jornadas de más de 12 horas de trabajo?
ü  ¿Quién fue la que enjaguo nos nuestras lagrimas con aquel primer corazón roto y sin decir palabra nos cobijó en sus brazos, sufriendo aún más que nosotros?
ü  ¿Quién fue la que nos cuidó con cada enfermedad y accidente con el profesionalismo de un médico, la dedicación de una enfermera, la garra de un militar y la delicadeza que solo ella sabe?
ü  ¿Quién, mis queridos amigos, fue la que puso siempre como prioridad nuestra felicidad y crecimiento?
ü  ¿Quién nos defendió de situaciones hostiles en nuestra contra sin importar el tamaño del oponente?
ü  ¿Quién dibujo en nuestros labios una sonrisa cada mañana con sus ocurrencias y locuras dignas de un artista de broadway?
ü  ¿Quién es aquella por la que ustedes brindan mis amigos y que en las noches nos espera llena de angustias, como dijo el bohemio en su ya conocido poema (El Brindis del Bohemio / Guillermo Aguirre y Fierro)?
ü  ¿Quién es la que dice presente ante cada necesidad en nuestra vida, sin necesidad alguna que pidamos un leve apoyo?
ü  ¿Quién es esa que nos conoce de pies a cabeza, sabe nuestra historia en detalle, conoce nuestros miedos y debilidades tan bien como nuestras fortalezas, nos ha visto en los peores momentos de nuestra vida y aun así nos ama incondicionalmente?
ü  ¿Quién ese ser que entre miedos y emociones, sueños y temores nos trajo a este mundo y nos dio el regalo más grande que podamos jamás recibir, la vida?

Por eso y por cientos de cosas mas que mi mente no logra convertir en palabras no me queda mas que decirte

Feliz día Madre, gracias


viernes, 3 de mayo de 2013

Falta de cordura


Es la locura la base del amor
Pues solo cuando estamos locos amamos sin pensar, no hay quien lo niegue
Es la locura la base del progreso
Han sido locos los que han hecho soñar al mundo, irrebatible

Es la locura la que alegra a su aburrida hermana la cordura
Es la que nos impulsa a seguir cuando la razón dice detente
Es la que nos toma de la mano y nos aleja de la seguridad de lo certero
Es la que nos mueve hacia afuera de nuestro círculo seguro

Por locura hemos hecho las cosas más cuerdas de nuestra vida
Por locura vencimos aquel miedo cuerdo que nos ataba
De locos somos tachados los felices, con razón algunas veces
Y es esa dulce amiga la que nos lleva a vivir sin miedos

Hoy elijo ser loco, igual que ayer
Sonriendo sin razón
Viviendo sin límites
Amando sin cordura

Mañana es probable que también sea loco por elección
Que me levante riendo sin razón
Que abrace sin aviso
Que bese sin solicitud ni autorización

Seamos locos y cambiemos el mundo
Soñemos y sigamos nuestros sueños, los sueños locos son los mejores
Alegremos a los cuerdos
Abracemos la locura con pasión y desenfreno

Locas son mis más preciadas aventuras
Locas han sido mis más valoradas decisiones
Loco ha sido el tiempo en que me ha tocado vivir
Loca ha sido la pasión con la que he elegido vivir

Quien este cuerdo que se alegre y viva en la locura
Quien este loco que viva como quiere, seguramente será locamente bello su mundo
Que sea la locura el motor de la vida
Que sea la vida esa locura que siempre hemos querido vivir

Soy loco por elección y soy feliz en mi locura, nada más por pedir y mucho más por hacer

Los locos movemos el mundo… y si no me creen pregúntenle al psicólogo más cercano, el cual seguramente también está loco… J


A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...