Treinta minutos era todo el tiempo disponible, así me dejaste saber cuándo llamaste, lo dejaste claro, tenias muchas más cosas que hacer y tenias un espacio de treinta minutos entre una actividad y otra, era como un obsequio, creía yo en mi soñadora mente, un pedazo de tiempo en el que podríamos reír y hablar, compartir un momento y una aromática bebida, era una oferta agradable y sumamente emocionante.
Me acerque al lugar de la reunión, creí que necesitaría buscarte, pero la verdad es que resaltabas entre la multitud, como es normal, vestida impecablemente, como siempre, con una sonrisa extensa y tomando un café, pedí un café adicional para acompañarte, y luego me dispuse a ponerte atención, a escuchar las hazañas en el nuevo trabajo, tus aprendizajes y como estabas poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en el pasado.
Tus voz no paraba de contar las anécdotas, no dejaba de mostrar cuanto te apasionabas en todos los temas que te competían, como luchabas por defender tus puntos de vista, como disfrutabas ejecutando los proyectos y, por supuesto, como te regocijabas cuando al final del proceso demostrabas que tenias razón, cuando el proyecto era exitoso, mejor de lo que nadie pensó y todo gracias al dinamismo y perfección con la que te encantaba trabajar.
Y mientras todo aquello llegaba a mis oídos, y mi cerebro desviaba aquellas palabras a algún almacén desconocido en mi cabeza, mi taza café poco a poco se enfriaba, intacta, en el mismo lugar donde el mesero la había puesto, mis ojos solo alcanzaban a ver tus ojos vivaces, encendidos y emocionados contando tan maravillosas aventuras, mi mente solo lograba extrañar cuando aquellos ojos me veían a mí, cuando toda esa pasión se dirigía a mis ojos, cuando podía darme el gusto de observar mi reflejo en tus pupilas, eso era lo que mi mente veía.
Observe como tomabas tu café a medida que tus relatos avanzaban, estabas apurada por contarlo todo, pues solo tenias media hora, observe como tus dedos, en un movimiento involuntario, acariciaban el borde de la taza, como tus cálidas y delicadas manos jugueteaban sin siquiera pensar, aquellas manos que alguna vez acariciaron mi rostro, que se juntaron con las mías y que fueron, en muchos casos, las responsables de tantos sueños.
Finalmente vi tus labios acercarse al borde de la taza para beber el ultimo poco de café, esos dulces regalos de Dios, aquellos compañeros inseparables de tus sentimientos, esos que junto a tus ojos te hacían ser tan transparente, vi aquel par de regalos divinos con la nostalgia más profunda que un alma pueda tener, mientras todo esto pasaba por mi mente, y mi café yacía totalmente frio en su misma posición original, mientras eso pasaba llegaron a la bodega de mi cerebro las palabras tan temidas aquella noche, “bueno, me tengo que ir”
Nos pusimos en pie, un abrazo fue la despedida, sentí tu rostro junto al mío por última vez, tus manos tibias en mi espalda, el aroma de tu cabello, tus labios en mi mejilla más tiempo de lo normal, quise pensar, aunque no sé si fue mi imaginación y contemple tus pasos cuando te alejabas lentamente.
No logre decir nada, trate de escuchar y no pude, en 30 minutos volví a vivir nuestra historia, fue un café eterno, fue media hora desoladora, fue el adiós definitivo…
Este es un lugar abierto a comentarios, ideas, pensamientos, artículos, queremos compartir y aprender. Queremos mostrar los primeros pasos de una historia, tal vez sea aqui donde se complete, por favor pasen adelante.
lunes, 7 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A sorbos
Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...
-
A pocas horas de finalizar el año, y tomando un tiempo para poder analizar lo vivido, lo aprendido, lo recibido, y también lo que no llegó, ...
-
En nuestro andar por este mundo, cada momento, cada vivencia, cada persona suman a nuestra existencia, forman quienes somos y agregan a nues...
-
Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encanta leer tus comentarios, por favor dinos que piensas