sábado, 29 de mayo de 2010

Apreciando la nada

La soledad puede ser tan profunda, tan sorpresiva, tan relativa, es ese sentir que llena de vacío en los momentos más extraños de la vida, es ese sentir que el mundo a tu alrededor mueve los labios pero no emiten sonido, es cuando tus oídos escuchan tus pensamientos y no hay nada más en el ambiente, es ese momento en donde descubres que, por decisión o circunstancia, no hay nada alrededor que sea de tu interes, y lo que es importante para ti, no está próximo

Es ese momento específico, que puede durar un instante o una eternidad, en el que lavas tu cara, para recordar que tienes tacto, sonríes para sentir tus propios labios, hablas para escucharte, y tratas de ignorar por todas las formas posibles como el vacio interno hace que un instante se perciba eterno.

Cuando tú decides estar así, es un momento oportuno para introspección, para autoanálisis, para conversar con uno mismo, cuando es algo impuesto, tratas de hacer todo lo contrario, para evitar analizar, evitar recordar, evitar sentir, evitar discernir que tal vez en una noche como esta, frente a una gran ventana, similar a esta, viendo algún paisaje, similar a este, la historia fue diferente, fue distinta, pero es ese perfecto y pasado momento el que hace ver esa ventana con necesidad de sentir, algo diferente a este vacío… a quien se le ocurre jugar con las historias, tarde o temprano, termina siendo parte de ellas.

2 comentarios:

  1. es una forma bella de expresar ese frio en el alma.. quienes la hemos experimentado comprendemos cada una de tus palabras, y tambien que esos momentos nos enseñan a valorar otros =)

    ResponderEliminar
  2. Creo que estos momentos siempre son necesarios porque nos sirven para meditar y reflexionar sobre nuestras vidas.

    ResponderEliminar

Nos encanta leer tus comentarios, por favor dinos que piensas

A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...