domingo, 23 de mayo de 2010

El corazón perfecto

… nuevamente llegando a la rutina de los viajes, levantarse temprano, hacer maletas, correr al aeropuerto, chequear el equipaje y esperar en la puerta designada a que inicie el proceso de abordaje. Para aprovechar el tiempo de espera, procedo a abrir mi computadora personal, bajar correos, ponerme al día de las  noticias, etc.  Mientras el nivel de adrenalina inicia su descenso, mientras mis pensamientos inician un proceso de enfocarse en el trabajo (aun cuando es un domingo por la tarde, lo cual lo hace un poco más complicado  que de costumbre), y mientras mi maquina termina de bajar correos, levanto mi vista hacia los demás pobladores de este reciento, y empiezo a notar las diferencias del caso, sobrecargos, ejecutivos, turistas, etc. Pero hay algo que llama mi atención, un joven, de no más de 23 años, con los ojos rojos, cansados de tanto llorar, suspirando a cada minuto, y con la vista perdida en el vacío, en su mano no puedo dejar de ver una fotografía de una joven mujer y el tomando el sol en una playa, asumo que esa es la razón de su tristeza, y mientras observo todo aquello, por alguna extraña razón vienen a mí los pensamientos de las heridas y el corazón perfecto.

Alguna vez, en algún lugar (disculpen lo específico de mi comentario), leí un cuento corto, e inspirador acerca del corazón perfecto, en resumen el cuento hablaba de un joven que decía tener el corazón más bonito del mundo pues era perfecto, sin heridas, y totalmente brillante, y después de una conversación por demás interesante, un viejo le había convencido de que su corazón, lleno de cicatrices y heridas era realmente el corazón perfecto.  Recordando este relato, gracias a nuestro amigo cabizbajo del aeropuerto, me pongo a pensar en lo que realmente hace un corazón perfecto.

Y es que, como todo en la vida, no seriamos quienes somos hoy, de no haber pasado por nuestras experiencias pasadas, y eso incluye todo, lo bueno, lo no tan bueno, y definitivamente aquello que nos marcó.  En el relato que les comento más arriba, el cual prometo publicar un día no muy lejano, habla de varios temas, pero todos detallando por que le corazón era tan perfecto a pesar de sus heridas, abajo algunos ejemplos.

  • El corazón tenía varios agujeros, producto de los pedazos que se fueron para nunca regresar, aquellos que nos quitaron sin siquiera darnos cuenta, tal vez bajo la puerta de algún lugar, tal vez aun están allí esperando nuestro regreso, tal vez simplemente son un bonito recuerdo para alguien.
  • También están aquellos que nosotros dimos a alguien que creímos especial, y ese alguien no lo valoro, lo tomo, y lo olvido, pero a nosotros nos sigue quedando ese espacio vacío, ese espacio que decidimos regalar a alguien especial, y no volvió.
  • También tenemos en el corazón, heridas, algunas más profundas que otras, unas casuales, producto de la juventud y locura, otras hechas con el afán de lastimar, de ambas se recupero el pobre corazón, pero la huella seguirá allí siempre, aun y cuando dejen de doler siguen recordándonos como sucedieron las cosas.
  • Pero ademas están unos pedazos que no son nuestros, si en nuestro corazón, unos pedazos de otros corazones que trajimos con nosotros, unos pedazos que robamos sin querer, o tal vez, solo tal vez, de aquel día en aquella puerta, tal vez no solo nos quitaron un pedazo del nuestro, tal vez nosotros trajimos un pedazo de otro corazón y eso, eso es lo que hace perfecto el nuestro


En fin, el corazón y sus heridas, sus faltantes y sus agregados hacen que hoy recordemos, hacen que hoy tal vez alguien nos recuerde, tal vez en la mente de alguien este aquella puerta en la que dos trozos de corazón cambiaron sus lugares, y aun de lejos se recuerdan.

Tal vez algo así paso a nuestro amigo de la sala de espera, tal vez su corazón lleva una herida, tal vez un pedazo de su corazón se fue para nunca volver, o tal vez, la peor herida de todas esta en el, un vacio que está siendo llenado por otro pedazo de corazón, un corazón que no está cerca, que probablemente no volverá a ver, y que sin embargo sentirá junto a él el resto de sus días.

El corazón, esa pobre visera que recibe todas nuestras metáforas de sentimientos, todos nuestros intentos de explicación, todos los efectos de nuestra nostalgia, ese pobre pedazo de nuestro cuerpo que duele cuando es lastimado, y no solo cuando es lastimado físicamente…

Nunca sabremos el por qué de las lagrimas de nuestro amigo, el por qué de su mirada perdida, jamás entenderemos el por qué de su dolor, o el tamaño de su tristeza, no sabremos qué es eso que deja atrás, no sabremos nunca que es lo más le duele, no sabremos cuanto tiempo esa herida estará abierta y jamás sabremos si algún día llegara a cerrarse, y menos aun si con el tiempo dejara de doler, lo único que podemos saber, es que esa lagrima, ese suspiro, esa mirada triste y perdida en el vacio le darán el mejor de los regalos,

Un corazón… perfecto.

3 comentarios:

  1. Es increíble como las personas pueden ver las cosas de perspectivas completamente distintas a las que estamos acostumbrados... y es precisamente cuando leemos este tipo de historias que nos damos cuenta que esos puntos de vista (qué nunca habíamos visto antes) son bastante similares a nuestra forma de pensar.

    Lo digo, porque nunca en la vida había considerado tener un corazón perfecto por el simple hecho de tener pedazos de otros corazones. Y esque al final así es!!! Independientemente de si tuvimos una relación amorosa con alguien o si simplemente fue una relación de amistad, trabajo, etc... siempre existe la posibilidad de llevarnos un trozo de su corazón. Y junto con ese trozo, van un montón de historias, buenos y momentos, recuerdos, nostalgias, canciones, etc.. qué hacen (o contribuyen) a que tengamos un corazón perfecto.

    Me encanta verlo de esa forma!!! Gracias por ello!!!

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  2. Està muy interesante y en realidad hace pensar en que todo tiene una razòn por la cual pasò o està pasando.

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