“Mira, pero no toques. Toca, pero no pruebes! Prueba, pero no tragues. ¡Ahaha!” (Al Pacino, el Abogado del diablo 1997), Esto es parte de un monologo de “El Diablo” en persona, en el cual hace referencia a las reglas impuestas a los hombres, esa reglas que, para unos justas y para otros no, se mueven dentro de los linderos de la moral, la ética, los prejuicios y los paradigmas, por mencionar solo algunos de los complicados limites de nuestras acciones, esas reglas no escritas, esas reglas aceptadas sin siquiera un mínimo análisis previo, esas reglas que nos subyugan, muchas veces sin saber siquiera cual fue su objetivo cuando a alguien se le ocurrieron.
Esas reglas van entre lo que es o no Ético, por ejemplo. Divagando mucho tiempo entre lo que quiero pero sé que no es socialmente aceptado, lo que tengo frente a mí, pero las reglas dicen que no se puede, ese juego, casi diabólico, de tener la capacidad de decidir sin ningún riesgo a ser juzgados por nadie, pues es algo que nadie notara ni sabrá, pero nuestra propia “ética” nos hace juzgarnos a nosotros mismos, y como barrera invisible se posiciona entre nosotros y eso tan cercano, entre nosotros y eso tan deseado, entre nosotros y eso que está al alcance de nuestros sentidos.
También entran en juego nuestros paradigmas, esos que con una visión superficial y juicio ya creado por experiencias pasadas, o peor aun experiencias ajenas, nos hace pensar de cierta forma, nos hace ver que lo que queremos no es bueno por su color, por su fisionomía, por tantas cosas, es cuando nuestro ser entra en conflicto interno entre lo que veo y quiero, pero mis propios paradigmas y prejuicios hacen que me censure a mí mismo, pues por sus características no “debería” de gustarme, y es allí donde nuevamente aparece un conflicto humano, en el cual se pelean los sentidos con los pre-aprendizajes.
\
Y todo lo anterior por no entrar en detalle de religiones y otros demonios, que nos dicen que hacer, decir, pensar o querer ciertas cosas nos hacen candidatos especiales, con vía directa y sin escalas para vivir en el más cruel de los infiernos, la que nos dirige por donde quiere a base de premios y castigos como cachorros en proceso de aprendizaje, la que nos dice que pensar, que sentir, y que decir, y por si fuera poco, nos hace sentir que somos buenos UNICAMENTE si seguimos todas y cada una de las reglas que fueron creadas para garantizarnos la vida eterna.
El sonido de una puerta al cerrar me despierta de mis divagaciones, me regresar a la realidad, me traer al presente, al aquí y ahora, mi vista sigue clavada en el objeto de mi deseo, allí frente a mí, inmóvil, esperando pacientemente mi decisión, esperando si seré capaz de romper las reglas impuestas por la sociedad y las autoimpuestas, pensando si seré capaz de disfrutar y vivir ese momento fugaz pero placentero, pensando si podrá mas la tentación que imaginarme el remordimiento, aun sin movimiento sigue esperando que yo decida…
Que dicen? Compro o no compro ese pastel infeliz que se ve tan bueno?! Total… nadie se enteraría no?.
que risa que cuando pusiste tu nick en el face, lo primero que me vino a la mente fue precisamente, Al Pacino y la pelicula del abogado del diablo!! hasta busque el quote y te lo iba a poner de comentario! - wow con la conexion, eh? Y con relacion al pastel... cometelo, que de nada te va a servir ser el mas flaquito del panteon, y nadie nos garantiza como nos vamos a morir. Todo es cuestion de la ley de compensacion: el que peca y reza, empata ;)
ResponderEliminar