El objetivo está fijado, el primer paso está por venir, a ejercitarnos
por salud, para llenarnos de energía positiva, para oxigenar la mente, para
tener un espacio de salud y bienestar y, si por casualidad ayuda, pues un par
de libritas menos no caerían nada mal.
Un día antes todo quedó dispuesto, ropa de ejercicio preparada, ropa
para ir a trabajar lista y al lado del maletín, maletín de gimnasio listo, agua
lista, gimnasio pagado, horario definido.
Habría que dormir temprano para poder iniciar la aventura a las 4:30am, ¡allá
vamos!
4:30 la alarma suena, irreverente como siempre, de un salto salgo de la
cama, por alguna extraña razón estaba despierto 15 minutos antes de que sonara,
no sé si será la adrenalina, la emoción de volver a hacer deporte o nada terror
del día después, procedo a lavarme la cara y los dientes, ponerme ropa de
ejercicio, sacar mi maletín de la casa y subirlo al carro, me despido de mi
esposa, todo está cargado y listo, ¡tiempo perfecto!
El tiempo de traslado al gimnasio fue perfecto, ni un minuto más del
estimado, al llegar me percato que, aun cuando hay muchas personas, aún hay
espacio para estacionar, y debo de estar de suerte pues un lugar justo frente a
la entrada se acaba de liberar, llego lleno de energía, listo para el primer día
de una aventura, después me espera un día cargado de trabajo, pero seguro
estaré lleno de energía y buena vibra, el ánimo por los cielos.
Bajo del vehículo, abro el maletero y, no puede ser, saco el maletín del
gimnasio, saco el maletín de la computadora, saco las mil y una cosas guardadas
en el mismo, encuentro algunas cosas que hace mucho estaba buscando, pero no
encontraba, y otras que no recordaba haber perdido, pero entre todo hay algo
que no aparece, la ropa para después del gimnasio decidió no venir en este
primer día. Nota mental, poner la ropa
de oficina sobre el maletín del gimnasio para el próximo día (alguien en casa
me dirá “te lo dije”)
Un par de minutos después estaba camino de regreso a casa, la mirada
curiosa de quienes me vieron llegar, estacionar, bajar, tirar todo al suelo,
volverlo a meter al carro, subirme e irme de nuevo en menos de 5 minutos me
persigue mientras salgo del estacionamiento, creo que todos sabían que algo había
olvidado.
Una hora de trafico me esperaba para llegar a casa, al llegar poder bañarme
y otro poco de trafico de traslado a la oficina, este día mas que calorías quemé
gasolina, pero ha de ser efectivo esto del gimnasio porque ¡traigo un hambre!
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