miércoles, 28 de abril de 2021

Caminos Alternos


Ayer tuve la necesidad de trasladarme hacia un departamento cercano, un camino habitual para mi, sin embargo por trabajos de mejora en la carretera el paso estaba bloqueado, un tramo que normalmente no me toma mas de 20 minutos, a una velocidad moderada de conducción, por carreteras asfaltadas y cómodas, una vía que he transitado tantas veces en mi vida que conozco perfectamente cada curva, cada árbol, cada vista, cada recta, los aromas, las historias y cada detalle de aquel tramo carretero, podía incluso dar consejos a quienes recién llegaban a aquel tramo de dónde tener precaución, donde poder parar, donde el tráfico se complica, vías alternas y demás consejos, sin embargo esta vez no podría seguir aquel camino.


Esta vez debería tomar una carretera distinta, no había otra opción, una via no muy conocida por mi, una que nunca antes había transitado y que, según los comentarios de los que saben, estaba en muy malas condiciones, llena de baches, sin asfalto en varias partes, sin señalización, tramos tan estrechos que solo pasa un vehículo, una distancia mucho más larga y tiempo mucho más extenso para llegar al mismo destino, esta vez, tocaba hacerle frente a esta aventura, de cualquier forma era necesario para mi llegar a aquel destino, así que, me aventure por aquellos caminos.


Mientras me dirigía a aquel camino en mi mente resonaban los comentarios de quienes por allí habían pasado antes, las alertas, las recomendaciones, los riesgos, lo que habían vivido a su paso, etc.


Me adentre en aquellas rutas y fui descubriendo que mucho de lo que me habían dicho era cierto, que en efecto el camino no era el mejor, ni el más cómodo, distaba mucho de aquel camino que yo ya conocía como la palma de mi mano, debía constantemente revisar el mapa para confirmar si estaba conduciendo en la dirección correcta, revisando los indicadores del carro para saber que todo estaba en orden, lo normal cuando se transitan nuevos caminos.


En medio de aquel proceso, apareció frente a mí un paisaje espectacular, de esos que hace mucho no veia, un lugar lleno de vegetación, con un cielo azul, un aire fresco y solo el sonido del viento acompañando aquella visión, un lugar hermoso que seguramente no hubiera conocido de no ser por el cierre de la vía principal, vi personas andando tranquilamente, animales viviendo en total paz, arboles bailando acompañados por el ritmo de algunas nubes que se mecían como quien saluda con una sonrisa serena en los labios.


Aquel camino que normalmente tomaba 20 minutos esta vez me tomó casi 2 horas, tuve que conducir con amplia cautela y viajar re-aprendiendo el camino, requirió más energía, atención y un poco de paciencia, pero el regalo de aquella vista fue indescriptible, la sensación, el aroma, el momento.


En esta vida muchas veces debemos cambiar el camino, dejar lo seguro y conocido para aventurarnos al desconocido y, tal vez, con un poco de suerte y algo de paciencia, nos encontraremos con bellos lugares y vivencias únicas, que no hubiéramos visto y vivido de no ser porque dejamos el camino acostumbrado.


Ante los cambios que la vida nos ofrece, no perdamos la oportunidad de aprender, crecer y vivir aquello que antes solo podíamos soñar.






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