lunes, 12 de agosto de 2019

¿Y ahora que NOS toca ser y hacer?


Terminó la temporada de campaña electoral 2019, ya paso la época de promesas, presentaciones de planes de gobiernos (o lo mas parecido que pudieron presentar) y de ataque al, o los, candidatos de otros partidos, pasaron los discursos de odio y generación de polémicas intrascendentes, finalizaron los días de acaloradas discusiones y de, en muy pocos casos, diálogos en búsqueda de puntos en común y decisiones objetivas.  En todo caso ya el proceso electoral llego a su final y, después de muchos tropiezos, novedades y singularidades, por decirlo de alguna forma elegante, llegamos al momento en que ya el nuevo presidente ha sido electo, ya el congreso esta conformado y los alcaldes listos. 

Independientemente de si los candidatos a alcalde fueron los que usted apoyaba o no, de si su partido logro gran representación en el congreso o no, de si su candidato a presidente quedó o no, es momento de preguntarnos seria y profundamente, ahora que ya este periodo de elecciones finalizó ¿qué viene?, ahora ¿Qué toca?, ahora ¿Qué NOS toca ser y hacer?

Ya tenemos equipo electo para el periodo de gobierno 2020 – 2024, nos gusten los resultados o no nos gusten, pero más allá de si los resultados nos agradan o no, después de llevar múltiples procesos electorales teniendo que decidir entre el peor y el menos peor, teniendo que soportar debates violentos y poco profundos, por decir lo menos, de tener propuestas irreales y candidatos impresentables, la pregunta profunda que debemos hacernos es que vamos a hacer ahora para que esto cambie, para que cada vez tengamos candidatos de mejor nivel, intachables como mínimo y con propuestas concretas, como nos convertimos en una sociedad unida y exigente, una sociedad que tenga un criterio para tomar decisiones y dejemos de pelear, como los políticos y grupos de poder actuales buscan, por temas polémicos alejándonos de revisar las propuestas concretas y de tener discusiones profundas de examinar, reduciendo la posibilidad de ser manipulados.

El tema es profundo y sumamente complejo, no es algo sencillo de analizar o resolver, y quien diga lo contrario no ha visto con claridad la situación actual o no la quiere ver, mientras tengamos una población que en su mayoría vive bajo la línea de pobreza (60%) y que en algunas geografías especificas alcanza niveles aún más altos (80%), en donde sigamos teniendo personas muriendo de hambre, literalmente; en donde además tenemos flagelos profundos dentro de nuestra sociedad, como privilegios históricos basados en compadrazgos, donde veamos que la corrupción sigue siendo considerada normal por alguna parte de nuestra sociedad, un espacio en el cual se admira a quien tiene dinero sin importar la procedencia del mismo, donde las heridas dejadas por el conflicto armado interno son aprovechadas por quienes se benefician de una sociedad dividida, con todo lo anterior y muchísimas cosas más, que seria interminable plasmar en este espacio, es muy difícil que podamos pedir objetividad y una visión de futuro por razones obvias y no siempre entendibles, pero entonces, dado que es claro que a los grupos dominantes les interesa que esta situación no cambie, dado que estos grupos de poder son los que financian candidatos,  ponen al gobierno y modifican las leyes en su beneficio, por lo tanto al gobierno también le interesa mantener esto sin cambio, la pregunta que debemos respondernos es ¿qué haremos nosotros como sociedad?, ¿cómo vamos nosotros a buscar generar tejidos  de hermandad y busquemos salir adelante?, ¿cómo vamos a influenciar y asegurar que el gobierno busque lo mejor para la mayoría y no para las minorías?.

Respuestas puede haber muchas, propuestas también, seguro habrá muchos puntos de vista y varios criterios, pero debemos iniciar ya a conversar, a discutir ideas, a implementar ejercicios, a fiscalizar a las autoridades y asegurar que cumplan con sus obligaciones, a comprender el poder que tenemos como población y la responsabilidad enorme que tenemos de hacer que las cosas mejoren.

Este último proceso electoral es un ejemplo claro de que el sistema luchará con todas sus fuerzas por no cambiar, por mantener los beneficios para quienes quieran aprovechar sus posiciones de poder, por seguir con las negociaciones obscuras, por no hacer reglas claras y menos hacer que se cumplan de forma general y uniforme para todos y no solo para algunos, por proteger a quienes se esconden tras la cortina de impunidad, el corrupto sistema actual no quiere terminar, esta en nuestras manos cambiar las cosas.

La pregunta se mantiene, las opciones siguen abiertas, no será un cambio rápido, no será un cambio sencillo, requerirá mucha energía, enfoque, paciencia y resiliencia, además, apertura, inclusión y dialogo por montones.

Preguntémonos ahora, si no queremos estar en cuatro años volviendo a elegir entre el peor y el menos peor, cruzando los dedos por que el que sea que quede, tal vez por casualidad, haga poco daño a la población, si queremos dentro de cuatro años ver discusiones mas profundas y no superficiales, si queremos ver propuestas concretas, medibles, creíbles, viables y verificables, si realmente queremos que pase algo distinto a lo que ha pasado constantemente en los últimos procesos electorales….

¿Qué NOS toca hacer como sociedad?, Y más importante preguntarnos cada uno de nosotros, ¿Qué me toca hacer a MI?, ¿Qué puedo hacer YO para no repetir el mismo escenario?

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