martes, 29 de octubre de 2013

Esas cosas de los patojos (patojos = niños en Guatemalteco)

Hace algunos días tuve la oportunidad de asistir, en premier, a un evento teatral de magnitud sin igual, grandes estrellas se harían presentes en aquella duela, las tablas del recinto crujirían al tener sobre ellas el peso del talento que a pasos firmes mostraría sus encantos.  La gala era de una magnitud sin igual, damas perfectamente arregladas desfilaban en la entrada de aquel palacio convertido en teatro, los caballeros hacían gala de su elegancia a cada paso, todos llenos de entusiasmo, al igual que yo, encaminándose a sus asientos y preparándose para disfrutar la presentación.

En mi lugar como invitado de honor, me regocijaba en el tiempo de espera, sintiendo lo importante de mi presencia, no es egocentrismo, no se confundan, pero es que haber sido invitado con honores a tan magno evento no hacía más que llenar mi ser de orgullo, de emoción y de tantas otras emociones casi indescriptibles, en el fondo sonó la tercera llamada, las luces lentamente iniciaron su proceso de bajar la intensidad, el murmullo se hizo silencio, el teatro quedo a obscuras, las mentes se abrieron para recibir la puesta en escena.

Una pantalla gigante se iluminó de tonos azules y mostraba a nuestro bello planeta desde una distancia respetable, una voz ronca y profunda inicio la narración de la cosmovisión de una cultura ancestral, una cultura única que, aun cuando hace siglos dejo de existir, aun hoy se estudia su cultura, su ciencia, su religión, sus ciudades antiguas y se descubre con orgullo el legado que nos dejaron a nosotros los guatemaltecos, ¡orgullosos descendientes de los Mayas!

Después de aquella breve narrativa se ilumino el escenario principal, aparecieron en escena los actores, llenos de vida y sonrisas, llenos de energía y vitalidad, mostrando a los presentes, con danzas, canciones y representaciones, lo grande de nuestros ancestros, lo importante de sus mensajes, lo trascendental del respeto a la madre tierra y por sobre todo, lo importante de sentirnos orgulloso, y trabajar por un mejor futuro, en esta tierra en la que tuvimos el privilegio de nacer, la bella Guatemala

Como todos los demás espectadores, quienes también eran invitados de honor, cada uno invitado por su artista preferido, mi artista preferido estaba disfrazado de pez amarillo, aunque para ser sinceros cuando vi el traje creí que estaba disfrazado de pollo y que se había puesto al revés el sombrero, claro eso no lo exprese, y estaba en la parte de la obra en la que se mostraba el respeto y balance que los mayas daban a la fauna marina, justo allí pensé… un pollo nadador que llena de vida los océanos… eso si es mitología y no las fumadas de los griegos J

Aparte del acto lleno de colores y niños actuando en todo su esplendor, hubo un momento que me robo el corazón, mi pollo marino, o calamar amarillo, o pues… mi actor preferido, mi adorado hijo, en su presentación, mientras exponía sus dotes de bailarín, comediante y actor, sufrió un percance, su pie se enredó con una manta que estaba en el suelo, esta manda propicio un resbalón al estar sobre madera y ¡JUAZ! Que se va de nalgas mi pobre bebe, se fue mi respiración por un instante, mi corazón paro de latir, la sangre se me quito del rostro, no sabía cómo reaccionaría el segundo pareció una eternidad… pero mi sorpresa fue magnifica, en su rostro se dibujó una sonrisa, automáticamente hizo el primer intento de ponerse de pie (requirió tres intentos, entre el traje de pollo y la manta en el piso no había mucha ayuda) retomo su papel, y disfruto cada momento que estuvo en el escenario.

Quiero soñar que así será mi hijo en su vida, disfrutando cada momento, sonriéndole a la vida, tomando con actitud los tropezones, levantándose sin importar el número de intentos que sean necesarios y, al hacerlo, seguir disfrutando de cada acto, haciendo lo que le gusta y compartiendo con los demás su alegría, este es el regalo más grande que pude tener, desde mi lugar de honor, en la presentación de mi hijo, en su clausura de Kinder y gracias a un resbalón fortuito ¡Gracias Campeón!


¿Que si estoy orgulloso de mi campeón? ¡POR SUPUESTO QUE SI!


jueves, 17 de octubre de 2013

Payaso

Ser que infeliz deambulas por este mundo de sinsentidos
Buscando ver en los demás esa sonrisa alegre que tú no portas y que todos ven
Luchando por la felicidad ajena o por lo menos por un atisbo de ella en los labios de otros
Ocultando las lágrimas que tu alma lleva tras tu delicada mascara

Melancólico ser que expresa y alegra
Mientras en sus entrañas el dolor es quien mueve sus pasos
Recordándole a cada corto tiempo lo irónico de su papel
Viendo la alegría tras el cristal de sus ojos opacos por el tiempo

La felicidad es un acto, una presentación, una puesta en escena
Que deleita y divierte, enternece y satisface y mientras lo hace oculta el rostro real
Grandes y chicos acarician con sus aplausos a tan especial personaje
Agradecen su acto con sonrisas que acarician y miradas que abrazan,

El evento termina
Las alegres voces se van, a paso lento
En sus almas llevan un regalo de alegría
Que les dio, un ser en agonía

Tras bambalinas la pintura del rostro desaparece
La máscara de amplia sonrisa se guarda
La radiante energía se esfuma
Y emerge del fondo un ser como todos, o tal vez solo parecido.

Con la mirada triste y caminar lento se mezcla sin ser observado en la multitud
Caminando parsimonioso hacia su refugio de intimidad
Esperando con ansias el momento en que pueda llorar sin ser visto
En que su tristeza pueda emerger sin dañar su máscara de sonrisas

Aquella noche el mundo dio un giro inesperado
Y mientras caminaba lleno de melancolía, una mano tomo la suya
Unos ojos buscaron los suyos desde el suelo
Y un niño le regalo una sonrisa, una pura, una genuina, una real

Aquello fue suficiente para borrar todo atisbo de tristeza
A la mañana siguiente su ser radiante de felicidad se prestaba a la presentación
No sería necesaria la máscara pues este día la sonrisa era genuina
La energía era natural, la pasión estaba lista para salir y embelesar

Ellos notarían la diferencia
Ellos serían más felices
Ellos disfrutarían el espectáculo
Ellos serían aún más felices, pensaba…

Al final, nadie vio la diferencia
Ahora sabía que era un buen actor
Todos creían que la máscara era real
Nadie veía la sonrisa triste, ese era el objetivo se decía… triste…

Tras bambalinas la pintura del rostro desaparece
La máscara de amplia sonrisa se guarda
La radiante energía se esfuma

Y emerge del fondo un ser como todos, o tal vez no...


viernes, 11 de octubre de 2013

Extraños Momentos

CASO 1

“Más vale una amistad perdida que una tripa retorcida”, decía mi sabia abuelita, QEPD, haciendo referencia a esos momento de incontenible sufrimiento, esos que nos obligaban hacer uso de nuestra fuerza interior y estoicos principios, en los que los efectos de la física y la expansión de los gases se hace presente en nuestros seres, llevando los abdómenes a dimensiones inimaginables, y aun con los dientes rechinando, los ojos saltones, rojos y entrecerrados y los puños cerrados a todo lo que dan, llegando a verse totalmente blancos los nudillos de tanta presión, la tarea de mantener la expansión de gases sin fuga alguna parece imposible, una misión digna de Tom Cruise y sus “Misiones imposibles”. 

Si a esto agregamos que esos momento, casi por seguridad y apoyados por la siempre presente ley de Murphy, suceden cuando estamos vestidos de frac, en una reunión elegantísima, con los jefes y sus esposas cerca y pues es imprescindible encontrar una solución, no queda más remedio entonces que buscar el lugar más alejado del salón, de preferencia cercano a alguna ventana o ventilación, identificar a alguien a quien poder echarle la culpa, de preferencia alguien con cara de culpabilidad o sufrimiento, luego pides con toda la fe, a todos los santos que tienes en mente y a los que no también, que el proceso sea “lo menos audible posible” y que los aromas del fermento y proceso estomacal estén en niveles por debajo de la radiación de Chernobil, te encomiendas, cruzas los dedos, cierras los ojos, lanzas la última plegaria y… dejas que la física haga su trabajo, que la naturaleza fluya, que el abdomen se relaje, y no solo el abdomen, y claro, es imprescindible salir a otro rincón del salón para no estar cerca de la evidencia y poder señalar a la víctima previamente seleccionada, claro todo lo anterior me lo han contado mis amistades, lo visto en estudios conductuales estrictos y, deseo dejar claro, que no es nada que alguna vez me sucediera a mí.

CASO 2

Pero si el caso anterior es motivo de discusiones intensas en los más altos niveles de los círculos intelectuales mundiales, desde Oslo hasta Nueva York, desde las universidades de Praga, Moscú, Salamanca  y la Sorbone de Paris, es el conocido y renombrado caso del visitante verde inesperado, y no, no hace referencia a extraterrestres con pistolas laser y caras de pocos amigos, tampoco hace referencia al gigante verde, musculoso, descerebrado y poco amable monstruo lleno de rayos gama al que nombran Hulk, y menos aún del ogro maloliente, sucio, poco educado pero amistoso Shrek.  De lo que hablamos en este estudio meticuloso es del momento aquel, el cual siempre es el más inoportuno como bien lo vaticinaba Murphy en sus leyes, en el cual en un acto reflejo casi imperceptible nuestros pulmones expulsan con toda su fuerza el aire que contienen por el tracto respiratorio, pasa velozmente el aire por la laringe, se dirige a velocidades de vértigo por la nariz buscando una salida inmediata y finalmente sale de nuestro cuerpo… pero ¡O SORPRESA!, no salió solo el aire, en su proceso de salida paso tomando de la mano a un amigo pegajoso y verde que por alguna razón aún desconocida, pero en proceso de análisis a profundidad, el verde y pegajoso visitante fue a estacionarse en el lente derecho de nuestro interlocutor, al igual que el caso anterior hablo en base a evidencia literaria y no por motivos referentes a experiencias propias.

CASO 3

Los dos casos anteriores son objeto de mucha investigación, pero la realidad es que son procesos de generación involuntaria, el tercer caso es un poco más relacionado con el masoquismo y la falta de criterio, están más ligados con la irresponsabilidad y el ácido láctico que contienen nuestros músculos, es el caso del simpático caminar, es el caso de lo difícil que puede ser el proceso de tomar un vaso de agua sin derramarlo sobre la camisa, el proceso que al ser crítico hace casi imposible mover el brazo para lavarnos los dientes, hablo del proceso POST ejercicio intenso, ese ejercicio que realizamos después de 10 años de sedentarismo y creemos que aun somos los mismos que hace una década, hacemos los ejercicios con todo el feeling posible, dando muestra y haciendo gala, por orgullo y no  por capacidad, de nuestra aun delicada fortaleza al hacer ejercicios, la juventud aun la sentimos en nuestro ser, nuestros músculos, sorprendidos por la actividad hacen todo su esfuerzo para mantenernos en pie, nuestros pulmones hacen lo que pueden para mantenernos respirando y nuestro corazón casi pide a gritos un cardiólogo y resucitación urgente, al final vamos saliendo erguidos en ágil caminar, aunque con un temblor de piernas que pareciera que vamos bailando samba y no caminando, vemos las gradas para bajar con más miedo que cansancio, y después de un alegre danzar por ellas milagrosamente llegamos al suelo, y con orgullo partimos hacia nuestras actividades.

Lo bueno viene al día siguiente, levantarse de la cama es un acto cirquense en el que procedemos a dar mil vueltas antes de poder bajar una pierna de la cama y aruñando la pared nos ponemos de pie… o algo así, cuando para lavarnos los dientes debemos poder el cepillo en el lavamanos y mover la cabeza de un lado a otro porque el brazo no sirve ni para agarrar un borrador y ni pregunten por la ida al baño, cuando la vestida es más dolorosa que caída bicicleta en montaña de piedras y sin poner las manos, la puesta de zapatos menos mal que son mocasines porque si no me hubiera ido descalzo al trabajo.  Lo anterior es de hacer notar que trae como consecuencia el efecto de los casos 1 y 2 en repetidas oportunidades, en repetidos eventos y en cantidades ilimitadas, tanto en la realizada de los ejercicios como en el día después.

En síntesis, si los primeros dos casos son producto de la causalidad, los factores aleatorios o la mera mala suerte, el tercero es producto directo del masoquismo, el orgullo y la vejez…

Lamento no poder seguir escribiendo pero tengo calambre en la oreja, me duelen hasta las pestañas y ¡ya ni se cómo le voy a dar ENTER a esto para publicar!


¡AUXILIO! El tercer caso si es voz de experiencia… ¡piedad!


miércoles, 2 de octubre de 2013

Sueños de ensueño

Erase una vez, en al algún espacio de tiempo, en un pequeño y pintoresco poblado, un poblado lleno de montañas, volcanes, lagos, ríos, vegetación, fauna e historia, un pequeño poblado hermoso de ver pero con problemas internos, fue allí que nuestros personajes se conocieron, una princesa temeraria y un príncipe hidalgo y valiente, se conocieron como si toda la vida hubieran estado esperando por ese momento, y decidieron unir sus vidas para recorrer los nuevos caminos de la mano.

Su vida era plena, príncipe y princesa soñaban y perseguían sus sueños, amaban y luchaban por sus seres queridos, compartían su amor a diestra y siniestra, vivían con sonrisas y una que otra preocupación, esas que nunca faltan, pero siempre tenían en el corazón una sed de aventura que necesitaban saciar, fue así como entre platicas y esperanzas nació un nuevo sueño…

Habrían de conquistar nuevos reinos, habrían de mostrar al mundo sus virtudes, habrían de crear un lugar perfecto para sus descendientes, para su familia, un lugar en donde la muerte fuera un proceso natural y no el resultado de un robo o venganza, un lugar en donde el respeto fuera base de la sociedad, un lugar donde las oportunidades fueran equitativas, un lugar de ensueño en donde la vida fuera vida y no sobrevivencia.

Con los bolsillos llenos de sueños, el alma colmada de fe, el corazón lleno de ilusión y la mente plagada de ideas empezaron a planear aquella travesía, no sería fácil, habrían de cruzar los siete mares, escalar montañas, atravesar valles peligrosos, vencer enormes monstruos, doblegar las amenazas del camino y por sobre todos los riesgos había algo que sabían sería lo más difícil, en el poblado pintoresco quedarían aquellos que tanto los amaban y que ellos tanto amaban, nada grande llega a nuestras manos sin un sacrificio, ellos sabían cuál era el sacrificio más grande que deberían enfrentar y lo harían con valentía y fortaleza, pero también con nostalgia y tristeza.

Después de mucho planes y análisis, de propuestas y validaciones, después de mucho de todo el plan había finalizado, era el momento de ejecutarlo, los detalles estaban todos, o por lo menos eso parecía, los pasos a seguir eran claros, en un dorado dragón habrían de surcar los cielos y muchas leguas habrían de viajar para llegar su destino, el “Reino del mañana”.

Las familias de la princesa y el príncipe se acercaron a dejar los últimos cariños físicos a los aventureros, buenos deseos y muchas bendiciones llenaban el equipaje de nuestros amigos, lagrimas surcaban los rostros y angustias los corazones, felicidades también habían, esperanzas y sueños, aquellos que se quedaban veían elevar el vuelo a nuestros príncipes sobre el gran dragón dorado, aquellos dos ahora eran tres, de su amor habría un fruto que nacería en el “Reino esperanza” ese al que en algún momento llegarían, quienes los veían partir sonreían por su felicidad y en su corazón despertaba la luz de la esperanza y la felicidad de un futuro mejor para los personajes de este cuento, que no es cuento.

Princesa y príncipe pasaron por muchos reinos, unos llenos de belleza y pulcritud, otros sobre poblados y olvidados, algunos les sonrieron a su paso, otros no los vieron pasar, una aventura desde el primer momento, una ventana al mundo no conocido, una puerta hacia las nuevas culturas, una oportunidad de ser y hacer las cosas que tanto soñaban, la aventura tan ansiada había iniciado y no había marcha atrás, de ahora en adelante sería una oportunidad cada día, un sueño cada noche, una bendición cada momento, una aventura cada instante, ¿Qué MAS PODRIAN PEDIR?

El gran dragón aterrizo, después de mucho tiempo de viaje, exhausto, al igual que sus pasajeros, tocaron el “Reino del hoy”, abrieron sus ojos al horizonte tratando de ver, a lo lejos, el poblado aquel que a sus espaldas había quedado, más el esfuerzo fue inútil, habría de ser en sus memorias que volverían a ver los volcanes que protegían, los lagos que calmaban, las hierbas que verdes adornaban los caminos olvidados del ayer, ahora era momento de crear un mañana en el hoy.

Príncipe y princesa no lo eran más, eran ahora Rey y Reina del “reino del ensueño” ese que dejo de estar en sus mentes y ahora estaba a sus pies, ahora reinaban aquel sueño que años atrás solo era un ilusión, hoy tocaban con sus manos lo que habían deseado y construido, pacientemente, en los últimos meses, hoy habían conquistado el más difícil de los reinos, se habían conquistado a sí mismos, lo que sea que viniera después sería solventado sin duda.

Rey y Reina estaban ahora en el proceso de crear el reino que su príncipe o princesa, aun no lo saben, merecería para vivir, con sus manos labrarían su futuro, juntos conquistarían el mundo, llevando amor, esperanza y la pasión por soñar a todos los rincones conocidos por el hombre, aun extrañaban a quienes se quedaron en el poblado deseándoles lo mejor, pero sabían que lo que habían hecho era lo que la vida nos enseña a hacer, vencer nuestros miedos, luchar por nuestros sueños, vivir nuestras historias, crear nuestros caminos, seguir nuestras ilusiones, construir nuestros destinos y sin saberlo, hicieron algo aún más grande, inspiraron a quienes dejaron atrás, y quien sabe, tal vez algún día sean más los príncipes y princesas que lleguen a aquel reino en el que todos pueden ser reyes y reinas.

Gracias Rey y Reina, por abrir nuestros ojos y mostrarnos que los miedos se pueden vencer, las vacas se pueden matar, los sueños se pueden crear y las vidas se deben vivir.

Que de aquí en adelante sea el sueño de ensueño que siempre quisieron, sea el reino que planearon, sea la vida que esperan y que las bendiciones no paren de llegar, aquí en el poblado lejano estamos llenos de felicidad por su reinado, y les pedimos humildemente construyan un castillo grande, porque parece que ya estamos juntando para los dragones gigantes y un viaje de fantasía.

¡MACHOS va muchá!

A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...