Hace algunas semanas estábamos conduciéndonos a
algún destino, mientras avanzábamos por la carretera mi hijo preguntaba a mi
esposa algunos detalles de una profesión que había visto en la televisión y que
seguramente le llamo la atención – como nos la llamo a muchos en su momento pensé
en mis adentros -, la conversación era más
o menos como sigue
-
Mami,
¿sabes algo?
-
No
mi cielo, contame
-
Ya
sé que quiero ser
-
¿Y
que quieres ser?
-
¡Quiero
ser Astronauta!
-
Qué
bueno campeón, te felicito
-
Pero
mira Mami, ¿los astronautas van a la Luna verdad?
-
Si
campeón
-
¿y
también van a Marte verdad?
-
Pues
aún no han ido, pero seguro algún día llegaran
-
Y
mira Mami, ¿Cómo hacen para subir al cielo?
-
Pues
usan un cohete, allí se suben y el cohete sale disparado para la atmosfera
-
….
Ha ya….
El dialogo ceso por unos momentos, en su mirada
quedo un gesto de análisis, es gesto que normalmente vaticina que después de
algunos momentos vendrá una de aquellas preguntas para la cual definitivamente
no estaríamos preparados, pero no podíamos hacer más que esperar.
Mientras el campeón estaba viendo al cielo y
continuaba perdido en sus pensamientos, mi esposa y yo estábamos conversando de
algún tema divertido, veíamos el paisaje, los autos que pasaban junto a
nosotros, pensábamos en nuestros planes de futuro y compartíamos aquel tiempo
que tanto nos gustaba pasar juntos como familia.
En eso estábamos cuando la mirada del bebe se dirigió
nuevamente a nosotros, había algo especial en sus ojos que en ese momento no
pude entender, pero vaticinaban uno de aquellos momentos en los que se
especializaba mi hijo, así que respire profundo y me prepare para el impacto.
-
Papi,
¿sabes algo?
-
No
campeón, contame
-
¿Sabes
porque quiero ser astronauta?
-
Mmm
déjame adivinar… ya se, ¡porque te gusta mucho la luna y las estrellas!
-
No
papi… - seguía aquella mirada intrigante en sus ojos –
-
¿Porque
te gusta volar en un cohete?
-
Tampoco
papi…
-
¿Entonces
campeón?, ¿porque quieres ser astronauta?, contame
-
Es
que si soy astronauta y subo al cielo en un cohete podré ver al Lucas y a mis
abuelitos que ya se fueron al cielo…
-
….
– sin palabras con que responder –
-
¿Me
ayudas a estudiar para ser astronauta?
-
Claro
campeón yo te ayudo…
No pude responder, no supe explicar, las
miradas de mi esposa y la mía se unieron en silencio, el campeón siguió viendo
el cielo por un tiempo mientras en el auto reinaba un silencio absoluto, cada
uno en sus pensamientos, cada uno en sus sueños, cada uno en lo suyo, que
capacidad tiene la mente inocente de hacernos tambalear tan fácilmente.
Aquella tarde abrace a mi hijo por sus dulces
intenciones, caminamos los tres por las calles disfrutando aquella soleada
tarde, mientras en mi mente se repetía una frase constantemente
-
Muchas
veces yo también quisiera ser astronauta mi querido campeón…
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