En el camino de la vida nuestros pasos se ven acompañados
por diferentes personas en cada etapa, acompañados por seres peculiares con los
que compartimos aventuras, sueños, metas y muchas cosas más, pero en algunas
extrañas oportunidades se logra gestar ese especial y delicado sentir que
trasciende el tiempo, la distancia, el pensamiento distinto y abre sus brazos a
las cualidades, incluidas las diferencias, ese especial sentir lleva por nombre
amistad y como dice algún texto que vi por allí alguna vez “los amigos son la
familia que nosotros seleccionamos en la tierra”
Por el año de 1992 cuatro personajes caminábamos
juntos entre sueños, preocupaciones y metas, caminábamos entre risas y
tristezas, entre penas y glorias, navegando entre un mundo hasta ese entonces desconocido
y que luchábamos por entender, viajábamos en limosinas, vehículos extremadamente
largos con capacidad de cargar varios pasajeros al mismo tiempo, llevaban números
al frente y pagábamos una cantidad mínima, pero algunas veces sumamente difícil
de pagar, por cada tramo a utilizar, otros las llamaban “camionetas”, “buses
urbanos”, etc., comíamos “shucos” en la carreta frente al colegio, escuchábamos
música en “Casetes”, compartíamos almuerzos, hacíamos teatro, y vivíamos a
plenitud.
Estudiábamos jugando y jugábamos estudiando, la
seriedad de la vida era algo desconocido, cada uno llenando de risas y carcajadas
el espacio que habitábamos, sin prestar atención a las carencias, problemas,
limitantes y dificultades propias de nuestra edad, fantaseábamos con un futuro
lleno de realizaciones, soñábamos con las chicas mas lindas del colegio, las
cuales por cierto nos apreciaban como “buenos amigos”, “simpáticos compañeros”
pero jamás como caballeros espectaculares ni como machos alfa y aprendimos a
vivir con esto, el tiempo nos sonreiría unos años mas tarde.
Por aquellos días compartimos uno de los
procesos más complicados de esa edad, decidir que estudiar en diversificado, ¿que
queríamos hacer?, ¿qué carrera tendría futuro?, ¿que podría ayudarnos a
acercarnos a nuestros respectivos sueños?, ¿que estudiaría el grupo, que
colegio impartirá esas clases?, ¿que podríamos estudiar en la universidad después?,
muchas dudas, muchas incertidumbres y muchas cosas por establecer.
Este viernes recién pasado, 20 años después de
aquellos tiempos que arriba relato, entre ron, cerveza y whiskey, bajo las
notas de Gun’s&Roses, Metallica, REM, Four non Blondes y muchos de sus contemporáneos,
esa música que sonaba hace más o menos 20 años, con todo este ambiente rodeándonos estábamos a
la mesa nuevamente los mismos 4 personajes de aquellos tiempos, divagando del
presente, recordando el pasado y tratando de proyectar el futuro, como
queriendo traer a hoy el ayer
Al paso de los tragos la conversación poco a
poco profundizo en temas personales, experiencias pasadas, que sucedió en esos
años que nos distanciamos, se hablo de razones por las cuales se selecciono la
carrera de estudios, se hablo de las opciones que teníamos cada uno, es de
hacer notar que descubrimos talentos ocultos de algunos del equipo, tendencias
a carreras poco ortodoxas y peculiares, pero aun así seguimos siendo amigos
(osea ¿!que ondas con la decoración de interiores compadre?!), nos sobraban
palabras y nos faltaba tiempo.
La vida de hoy es muy diferente a como fue ayer
para cada uno, algunos somos padres, otros pronto lo serán y otros están en planeación,
algunos casados, otros no, de religiones diversas, de pensamientos distintos,
de criterios individuales pero sobre todo, con un respeto espectacular por lo
que cada uno piensa, siente, dice y respeta
Se fueron acabando las botellas, fue escaseando
la comida, las horas pasaban casi imperceptiblemente y las charlas no llegaban
a su fin, lo que inicio como una cena de viernes de amigos, llego a las 5 de la
mañana llena de vida, de cercanía y de esa amistad que, aunque empolvada, sigue
intacta, igual que hace 20 años.
Que 20 años no es nada dice la canción, la vida
nos ha cambiado a todos en 20 años, pero la amistad que se forjo en el fuego de
la sinceridad, el compromiso, el trabajo en equipo y la transparencia sigue hoy
igual o más vigente que nunca, mas presente, más clara y tan fuerte como
aquellos días
Gracias por una cena inolvidable y una amistad
tan longeva a mis entrañables amigos “Gordo”, “Bugy” y “Otto”, el “Roncha” los
recuerda con respeto
Yo, el Gordo (tercero de izquierda a derecha) aprovecho este espacio para decirle a mis amigos: que aunque pateen con la zurda ( diseñador? Que cagay!), que aunque la distancia nos vuelva a separar, que aunque pasen 20 años mas, siempre estare alli y saben donde encontrarme. Son y seran por mi eternidad mis amigos. Gracias.
ResponderEliminarAmistad: divino tesoro.... cuidado y los entierro!!!!