Tecnología, dícese de esa herramienta útil para
facilitarnos la vida, que hace que las cosas se realicen con menos esfuerzo,
que minimizan el tiempo de forma que nuestras tareas sean más sencillas, es
importante tener en cuenta que la tecnología no es nueva, que existe en nuestro mundo desde hace
milenios, la palanca es uno de los grandes ejemplos, los planos inclinados, la
polea, etc. Todas aquellas pequeñas innovaciones de su tiempo hicieron que se
facilitara el trabajo en cantidades inimaginables y muchas de aquellas
innovaciones aun siguen vigentes hoy en día.
Hoy la tecnología está en la mente de las
personas como aparatos electrónicos que hacen casi cualquier cosa y que nos
evitan tareas que antes requerían atención, tiempo, esfuerzo y sobre todo
trabajo, y como la tendencia humana, descrita en la ley del mínimo esfuerzo, es
hacer la mayor cantidad de cosas con el menor esfuerzo posible, la tecnología se
ha convertido en aliada natural e indispensable en nuestro diario vivir
Ejemplos de gran ayuda los podemos contar por
cientos y en los mas diferentes ámbitos, empezando por la casi indispensable
computadora personal de hoy en día, pasando por el teléfono inteligente, que no
es muy inteligente pero que si ayuda de sobremanera, llegando al fantástico horno
de microondas que nos ayuda a calentar comidas en minutos en lugar de horas,
como dije los ejemplos se cuentan por miles y están presentes incluso en
aquellas cosas que no nos imaginamos, alimentos, agricultura, etc. Siempre
haciendo de nosotros las “víctimas” de una vida más fácil.
Uno de estos artefactos tecnológicos que velan
por el buen estado de la salud me fue regalado para mi cumpleaños número 35, el
regalo fue entregado amorosamente por mi esposa y mi hijo con el afán de que
monitoree mi ritmo cardiaco y quema calórica, además de muchas otras variables
que aun no entiendo, mientras me ejercito, habito que este año estoy tratando
de retomar en mi vida para ganar un poco de vida y salud.
Este aparato nos indica el rango en que nuestro
corazón se ejercita, si estamos bajo el mínimo necesario para metabolizar grasa
o estar en el rango optimo para tener un ejercicio aeróbico o si bien por el
contrario estamos sobre ese límite superior y estamos poniendo en riesgo
nuestro centro de vida y debemos reducir nuestra actividad de forma que podamos
continuar ejercitándonos pero sin riesgo y en la zona correcta
Como niño con juguete nuevo instalo el
especializado aparato en mi pecho y un reloj en mi mano izquierda sirve como
monitor, ya el día anterior me había dedicado a ingresar todos mis datos en ese
mini computador como la edad, estatura, peso, sexo, nivel de actividad o de
inactividad, etc. Y todo lo anterior daría la información necesaria para lograr
un monitoreo y alertas para mantener un entrenamiento físico optimo, basado en
mis objetivos y cuidando mi salud, es casi como tener un medico al pendiente de
nosotros mientras entrenamos, ESPECTACULAR
Llego al gimnasio, muy orgulloso de mi nuevo
implemento y esperando que todos noten mi nuevo reloj, subo las escaleras que
me llevan al salón de spinning, veo la bicicleta que voy a utilizar, me acerco
ansioso por empezar mi diario ejercitar, pongo mis manos sobre la bicicleta y
justo en ese momento y como por arte de magia mi reloj empieza a emitir un
pitido insistente, desesperante, pidiendo atención inmediata y al momento,
imagine que tenía algún tipo de alarma y que casualmente esta estaba en la hora
que iniciaba mi clase, volteo a ver la pantalla del mismo, enfoco mi vista con
un poco de dificultar y casi me voy de espaldas cuando vi el mensaje que aparecía
en pantalla
-
“Alerta
está usted arriba del máximo permitido, reducir nivel de actividad física”
¡QUE! Entiendo que mi condición física no sea
de un quinceañero, entiendo que no soy maratonista ni un triatlonista como hace
años lo fui, pero que me de alerta de exceder el máximo de mi capacidad
cardiaca por VER la bicicleta, ¡no me dio tiempo ni de subir un pie en el pedal!,
esto realmente es vergonzoso, preocupante y más que nada ese pitido es
delatador pues TODOS en el salón se dieron cuenta, incluyendo el viejito de 70
años que hace 2 clases diarias, humillante realmente.
Entonces que es mejor, subirme a mi bicicleta y
sudar como degenerado sin preocuparme de mi frecuencia cardiaca, o únicamente VER
la bicicleta y sentarme a ver como los demás queman calorías porque yo ya me excedí
de mi límite
La tecnología nos dice viejos y oxidados con
tal transparencia y sin tacto alguno…
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