Juan escuchaba atento aquellas palabras, en las que dos grandes pensadores exponían sus ideas, sus criterios, cada uno le decía por que debía votar por sus ideas, cada uno expresaba sus cualidades, cada uno trataba de convencer a aquel humilde personaje de por quién debía elegir, le hacían saber que el era súper importante, y claro, el representaba a la mayoría de la población, esa que podía hacer que la balanza se inclinara a un lado o a otro
Vea mi buen amigo Juan – decía el primero de los pensadores, don Zurdo – mi propuesta es simple, el gobierno debe ocuparse de todo, el gobierno debe repartir la riqueza, debe asegurar que lo que usted produce será comprado, el gobierno debe ser el responsable por darle seguridad, empleo, trabajo, alimento, recreación y todo cuanto usted necesite. Vote por mi y vera cerca de usted lo que es el bienestar justo, quitándoles a esos ricos sin escrúpulos lo que les sobra para repartirlo entre las personas como usted mi buen amigo, que necesitan de ese dinero y recursos para vivir, usted no debe hacer nada, pues con el simple hecho de existir tiene derecho a que el gobierno lo mantenga, ayude, eduque y haga lo mismo con su familia, ¿y que debe de hacer usted para que esto sea una realidad? Es simple mi buen amigo, vote por mi y su vida cambiará.
Disculpe que interrumpa – dijo don Diestro – yo le propongo una solución diferente, yo le propongo crear un marco legal estable, yo le propongo que la justicia será una realidad y que quien cometa delito será castigado, de esta forma y con el marco legal establecido ofreceremos beneficios a las grandes compañías multinacionales para que vengan a nuestro país a invertir, que inviertan en plantas de producción y en esas plantas necesitaran empleados como usted, y tendrá un empleo digno, con un salario que cubra sus necesidades, podrá darle a su familia techo, educación, salud y alimento y todo con su esfuerzo, yo mi buen amigo invertiré en infraestructura, carreteras, trenes, transporte público eficiente y seguro, implementaremos todos los programas que sean auto sostenibles y de los que se pueda favorecer el pueblo, los ayudaremos con educación, con trabajo, haremos mi buen amigo que nuestro país nuevamente este a la vanguardia, siendo referente del mundo, y creando bienestar para todos, multiplicando la riqueza, generando empleo.
Así mostraban los 2 pensadores sus ideas a nuestro buen Juan, trataban de mostrarle porque su respectiva idea, su criterio era el mejor, y el debía de decidir, el tenia en sus manos decidir cuál sería el futuro de su país y por ende el de él mismo, el debía entender lo conllevaba cada modelo expuesto, debía comprender los beneficios y carencias de cada modelo, debía comprender como un modelo distaba de otro de forma exponencial y debía tomar la decisión de cual era mejor para el país entero.
Mientras los señores pensadores trataban de convencer a nuestro amigo Juan, a el se le veía un semblante cansado y un poco desmejorado, se veía interesado en el tema, se veía tratando de poner atención, se veía como un buen hombre tratando de decidir qué era lo mejor, que sería lo que traería un beneficio, nuestro amigo Juan se veía que algo rondaba en su mente, una idea, un pensamiento, algo estaba rondando su cerebro.
En eso estaba nuestro amigo Juan y los señores pensadores, cuando entre las personas que asistían a este evento, personas de buena educación, o por lo menos de una educación promedio, se empezó a escuchar un murmullo, algo salía de boca en boca, y casi sin notarlo empezaron a discutir entre ellos, cada uno tenía preferencia por un pensador, pero todos decían
Que le pasa a ese Juan que no puede decidir! Es tan simple, el señor Diestro lo que quiere es vender todo, cree que el gobierno es una empresa, lo que pasa es que el solo ve los intereses de los ricos y a nosotros los pobres nada, de que nos sirve a nosotros la carretera si no tenemos carro!, o de que nos sirve un aeropuerto moderno si no podemos pagar un pasaje, este don solo quiere hacerse millonario eso es lo que pasa, es simple ese Juan debe ser bruto para no verlo, la opción es Zurdo, diestro solo quiere ser rico, es el candidato de los ricos.
¿Que que le pasa a Juan? – Dijo otro asistente – ¿!que le pasa a usted?! Como viene a decir que Zurdo es la mejor opción, lo que este país necesita es progreso, es generación de empleo, ¿con que pretende mantener a todo el país si no tiene un empresa privada que de empleo y pague impuestos?, ¿De dónde pretende sacar fondos? Como se le ocurre que es justo quitarle al rico y darle al pobre cuando ha sido el rico el que ha sabido aprovechar las oportunidades, y es el quien pone empresas y ayuda a erradicar la pobreza generando empleo, ¿Cómo puede decir que Zurdo es la opción?, Zurdo es la opción para seguir siendo tercermundistas, pobres, dependientes de ayuda internacional y mediocres, la opción es Diestro el ve por todos, no por un sector social especifico, para tener plata hay que trabajar.
Palabras más palabras menos esta discusión fue repitiéndose por varios minutos, poco a poco se encendían los ánimos, la pasión de los oradores era cada vez más elocuente, unos por Diestro otros por Zurdo, pero todos tenían claro una cosa, el pendejo era Juan por qué no decidía lo que era correcto y obvio, Juan era el ser más tonto si todo estaba claro, los argumentos, las ideas, los ejemplos, cualquier niño podría decidir porque lado estar, decían todos.
Nadie trataba de entender que pasaba en la cabeza de Juan, en el recaía la responsabilidad de decidir quién gobernaría este país, quien llevaría las riendas, quien haría lo mejor por su pueblo, nadie veía la presión que sentía Juan, nadie veía la angustia que nuestro amigo tenia, nadie siquiera pensaba que necesitaba, simplemente era un estorbo en el camino a lograr la victoria de cualquiera de los 2 bandos, era un torpe, decían todos, vociferaban y se reían de el, por personas como el es que las cosas no cambian dijeron, por personas ignorantes como el es que este país no progresa, por gente así es que nunca salimos adelante, parecía que todos estaban de acuerdo en una cosa, Juan tenía la culpa por no saber a quién decidir, por no tener estudios, por no entender de que le hablaban, tenia tanto miedo de creer en lo que cada uno decía, tenia terror de no creer, tenia temor de nuevamente ser utilizado por algún candidato, tenía miedo de que su voto fuera utilizado para justamente lo contrario de lo que ofrecían, pero eso nadie lo veía, solo veían al pendejo de Juan que no tomaba una decisión.
En esto estaban todos cuando Juan con toda su timidez, sintiéndose intimidado por ambos grupos, se puso en pie, con más miedo que decisión, con mas temor que seguridad, sus ojos seguían clavados en el suelo, sus manos se aferraban entrelazadas, sus ojos denotaban el nivel de vergüenza que sentía, y cuando sus labios se entreabrieron todo el salón hizo silencio de golpe, estaban expectantes, querían saber que había decidido Juan, si, Juan el pendejo, ese que decidiría el futuro del país.
Entonces Juan habló..
Bue… buenas tardes – dijo un Juan lleno de miedo – yo la verdad no entiendo que es repartición de la riqueza, tampoco que es infraestructura, ni siquiera sé que es eso de proletariado y neo… neoliberalismo, creo que así dijeron, capitalismo y socialismo, son palabras que para mi suenan a trabalenguas, me da miedo decidir por uno pues no sé si es bueno o es malo, yo solo quiero decir algo… llevo 3 días sin comer, mis hijos están flacos y se les ven los huesos, no tengo trabajo y mi mujer se murió de una enfermedad, me asaltaron cuando venia para aquí y me robaron mi pasaje para la camioneta, no se por quién votar, solo sé que tengo hambre y mis hijos también…
El silencio se apodero del lugar, las caras de vergüenza se multiplicaron, nadie dijo nada, el pendejo de Juan no tenia como pensar en algo diferente a como saciar su hambre hoy, como regresar a cuidar a sus hijos hoy, mañana era muy incierto, Juan con las manos vacías, sabiendo que otra vez solo lo buscaban por su voto, como cada 4 años, bajo la mirada y partió sin rumbo fijo, aun con hambre, aun con frio, aun con miedo y habiendo sido utilizado, el pendejo de Juan no sabía que era izquierda o derecha, solo sabía que necesitaba comer y llevar comida a su familia, el pendejo de Juan tenía en sus manos el destino, pero solo tenía cabeza para buscar comida, y quien le diera comida para hoy tendría su voto, la ideología no curaba el hambre…
Este es un lugar abierto a comentarios, ideas, pensamientos, artículos, queremos compartir y aprender. Queremos mostrar los primeros pasos de una historia, tal vez sea aqui donde se complete, por favor pasen adelante.
jueves, 23 de junio de 2011
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