Así reza nuestra acta de independencia firmada en 1821, después de algunos procesos internacionales, y aprovechando la coyuntura mundial de por aquellos años, nuestros antepasados lograron la independencia de nuestro país sin choque militar. Nuestro himno nacional nos recuerda en una de sus estrofas que
Nuestros padres lucharon un día
Encendidos en patrio ardimiento
Y lograron sin choque sangriento
Colocarte en un trono de amor
Pero hoy 15 de septiembre de 2010, 189 años después de aquel día de fiesta, 189 años después de que tantos compatriotas empezaran a soñar con el progreso, la independencia, justicia, igualdad, etc. A casi 200 años de todo aquello, seguimos en un estado tan similar, lleno de racismo, polaridades, corrupción y tantos males que aquejan a mi bello país.
Hoy quiero hacer una breve reflexión acerca de esas primeras 3 palabras, y para iniciar quisiera exponer el significado de cada una de ellas
Libertad (y no me refiero al personaje de Mafalda)
Históricamente, en especial desde las Revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX, la libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad...
Este estado define a quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, lo que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. En caso de que no se cumpla esto último se estaría hablando de libertinaje. Pues la libertad implica una clara opción por el bien, solo desde esta opción se estaría actuando desde la concepción de la Teleología.
Soberanía
El abate Sieyès postuló que la soberanía radica en la nación y no en el pueblo, queriendo con ello que la autoridad no obrara solamente tomando en cuenta el sentimiento mayoritario coyuntural de un pueblo, que podía ser objeto de influencias o pasiones desarticuladoras, sino que además tuviera en cuenta el legado histórico y cultural de esa nación y los valores y principios bajo los cuales se había fundado. Además, el concepto de nación contemplaría a todos los habitantes de un territorio, sin exclusiones ni discriminaciones. Sieyès indica que los parlamentarios son representantes y no mandatarios, puesto que éstos gozan de autonomía propia una vez han sido electos y ejercerán sus cargos mediando una cuota de responsabilidad y objetividad al momento de legislar, en cambio los mandatarios deben realizar lo que su mandante le indica, en este caso el pueblo.
Independencia
La independencia es la situación de un país o nación que no está sometido a la autoridad de otro.
Como concepto político apareció con la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 como respuesta al colonialismo europeo y se extendió con las declaraciones de independencia de los países latinoamericanos dependientes del Imperio español en la Guerra de Independencia Hispanoamericana (1809-1824). Más adelante el concepto se relacionó estrechamente con el principio de no intervención y el derecho de autodeterminación de los pueblos.
Después de leer estos 3 conceptos (extraídos de Wikipedia) y haber leído muchos más, me pregunto quien en su sano juicio puede decir hoy en día en mi bellos país que somos libres, libres para decidir y actuar, quien puede pensar que somos soberanos cuando debemos agachar la cabeza a las directrices de grandes potencias pues nuestra nación depende de la ayuda internacional y finalmente sin esos 2 anteriores, es obvio que somos independientes únicamente en papel.
No quiero con esto quitar importancia al gran esfuerzo realizado por todos nuestros antepasados, no quiero tampoco que se crea que pienso que no debimos independizarnos de España, simplemente expreso que hoy por hoy esas letras lloran sangre, hoy por hoy esas letras son tinta muerta, hoy por hoy todos aquellos que dieron la vida, que fueron pensadores, que han dado todo por un mejor país, deben estar, algunos aun en este mundo y otros ya no, retorciéndose de cólera, al ver que muchos realmente creen, que somos libres, que somos soberanos y también que somos independientes.
Hoy quiero celebrar, ¡claro que si!, hoy celebro con gran honor la dicha de ser guatemalteco, de ser chapín de corazón y a mucha honra, de pertenecer a este pedazo de paraíso, de ser parte de un pueblo lleno de personas dispuestas a cada día levantarse y hacer las cosas bien y cada vez mejor, soy parte de un pueblo trabajador, un pueblo noble, un pueblo que aun con tantos sufrimientos tiende la mano, un pueblo que le dice bienvenido a quien lo quiera conocer, soy parte de un pueblo que aun cree, tal vez erróneamente, que aportando su grano de arena todos los días puede hacer que este mundo sea mejor, soy uno de esos que sueña con que puede hacer la diferencia, soy uno, como tantos otros en este país, que luchara cada día por hacer las cosas bien, por inculcar a la nueva generación valores que ayuden a formar una gran nación, como debe de ser, y soy uno de esos que sabe, que esto se puede hacer y que con el esfuerzo continuo de cada persona lo podemos lograr.
La respuesta no está en el limitado mental de nuestro presidente y su señora esposa, la respuesta no está en medio de la corrupción del congreso y tampoco en medio de la impunidad del ministerio público, la respuesta está en los 13 millones de guatemaltecos que somos buenos, que somos mayoria y que podemos hacer este país y este mundo, diferente y mejor, como claramente dicen otros párrafos de nuestro himno Nacional
De tus viejas y duras cadenas
Tú forjaste con mano iracunda
El arado que el suelo fecunda
Y la espada que salva el honor
Y también dice en otro más adelante
Pues tus hijos valientes y altivos
Que veneran la paz cual presea
Nunca esquivan la ruda pelea
Si defienden su tierra y su hogar
Por eso hoy lamento no celebrar la libertad, pues siguen muriendo aquellos que la quieren hacer valer, tampoco puedo celebrar la soberanía pues es una falacia y por ende no puedo celebrar una independencia que es inexistente…
Lo que sí puedo celebrar es la bendición de ser Guatemalteco, lo que sí puedo celebrar es la dicha de poder hacer y ser la diferencia, al igual que millones de compatriotas, lo que sí puedo celebrar es que hoy sigo vivo y mientras esos suceda luchare por que en un futuro mis hijos, mis nietos o tal vez mis bisnietos realmente puedan celebrar la independencia y vivir en la Guatemala que hoy todos soñamos.