Sin duda el 2020 será un año recordado por mucho tiempo, en el futuro se leerá de este año en los libros de historia, se comentará que aconteció una pandemia que impactó todo, la salud, las dinámicas sociales, las costumbres, la economía, la interacción humana y tantas otras cosas. Hablaran nuestros hijos y nietos de como las cuarentenas, expandidas por todo el globo, fueron cambiando hábitos, contaran con asombro como las escuelas y universidades cerraron sus puertas, como los hospitales fueron superados por la gran cantidad de casos y como hubo tantas muertes.
Si los libros de historia del futuro tratan el
tema con un poco más profundidad, también se hablara que antes de ésta pandemia
ya había muerte, y mucha, había pobreza en extremo, había desigualdad de forma
generalizada, corrupción enraizada y hordas de supuestos sabios en redes
sociales dictando catedra de que es lo que debía hacerse para solucionar el
problema, porque como era de esperarse, ninguna medida tomada por los gobiernos
se adecuaba a las expectativas de todos, si buscaban una cuarentena total con
cierre de todas las actividades eran tachados de “comunistas” por algunos
empresarios, si no lo hacían e intentaban mantener a flote la economía eran
tachados de “inhumanos” si buscaban un punto medio eran mediocres y así
sucesivamente, la opinión publica se dividía en un vario pinto de opiniones,
criterios y búsquedas de solucionar la problemática personal.
Esperemos que esos mismos libros de historia
nos cuenten también que después de este evento los humanos fuimos mejores, no
perfectos, pero si mejores, respetamos la naturaleza, fortalecimos nuestros
lazos de hermandad, nos acercamos unos a otros, buscamos puntos de encuentro y
soluciones, que después de todo, juntos reconstruimos algo casi perdido, nuestra
humanidad.
Aun así, los días pasan, hoy 16 de mayo del
2020, el precio del petróleo inicia a recuperarse después de haber caído a
-USD37.00 (si, leyó bien, menos 37 dólares), por una serie de factores de política
global, aumento de producción y disminución de la demanda. Los contagios se cuentan por millones y los
muertos en decenas de miles, el proceso en los países del mundo es distinto,
algunos a mitad de proceso, otros iniciando a salir de cuarentena y otros implementándola
de nuevo después de haber repuntado los casos en donde se pensó ya se había superado
lo peor.
Hoy, en Guatemala, los niños no van a la
escuela, quienes tienen empleo fijo y pueden trabajar desde casa lo hacen, otros
deben salir a buscar su sustento diario, sorteando las dificultades y debiendo
elegir entre el virus y el hambre, las cosas no pintan del todo bien, la economía
ha sido impactada, se están perdiendo empleos, se ha reducido dramáticamente el
comercio y se hacen malabares para sobrevivir. Al mismo tiempo los problemas históricos
se agravan, personas muriendo de hambre, desnutrición creciendo a ritmos aceleradísimos,
la pobreza que antes de esto ya se situaba en 59% esta abultando sus súbditos.
Los contagiados suben y las muertes aumentan, las necesidades se multiplican y queda
al descubierto la realidad de nuestra desigual, injusta, poco solidaria,
corrupta y polarizada sociedad.
Los libros de historia del futuro hablaran de
todo lo que había, de todo lo que pasó, de los impactos por aquí y por allá, de
las decisiones correctas e incorrectas, de como la naturaleza tuvo un respiro y
recupero terreno, de cómo estos días
marcaron un punto de inflexión en nuestra comprensión de la vida, de la forma en
que interactuamos y de las libertades que tenemos, hablaran con mucho detalle,
y seguro habrán investigadores y científicos abordando el tema desde muchos angulos,
analizando, entendiendo, revisando y preparándose para la próxima gran pandemia,
porque seguro habrá otra en el futuro, y queremos estar mejor preparados.
Con todo lo anterior se me ocurren varias
preguntas, ¿Que habremos aprendido nosotros, como humanos?, ¿Que habrá dejado
este momento en la mente de los mas pequeños?, ¿Que contaran nuestros hijos y
nietos a sus hijos y nietos?, ¿Que actitudes estamos tomando y como estamos
enfrentando este cambio?, ¿Como estamos aprovechando esta oportunidad única en
nuestras vidas para reflexionar, para vernos al espejo y hablarnos de frente a
nosotros mismos?, ¿Como estamos usando esta experiencia para fortalecernos y ayudar
a fortalecer a los más jóvenes?, ¿Cómo estamos usando las herramientas que tenemos
a nuestra disposición para sacar lo positivo de todo esto y replicarlo?
Los libros de historia contaran lo que sucedió a
la humanidad, nuestra familia recordara como cada uno de nosotros vivió estos días,
principalmente los niños, que estarán viviendo en estos momentos un cambio en
todo su entorno, en sus formas de vivir, de ver la vida y de interactuar como
familia.
Cuando todo esto pase, ¿Cómo quieres recordarlo
tú y cómo quieres que lo recuerden tus seres queridos?, y ahora que lo sabes, respóndete
¿Qué estas haciendo para crear esos recuerdos en ti y en ellos?
Lo que haga el mundo, los gobiernos, los países
y los grupos grandes no es algo que podamos cambiar, pero la forma en que
nosotros lo afrontamos, aprendemos, nos apoyamos y compartimos si esta dentro
de nuestro alcance.
Qué decidas pensar, sentir y hacer, no depende
de nadie más que de ti. Tomémonos un tiempo para pensar, reflexionar y decidir.
No dejemos que sean las noticias, el miedo o la conducta social generalizada
quien decida por cada uno de nosotros.
Esto, como todo, pasará.