jueves, 28 de abril de 2016

Se me ocurrió soñar.

Se me ocurrió soñar, sin rumbo preciso, sin fin alguno, sin siquiera tener en mente el típico “para que”, soñé dejando salir mi alma y permitiéndole volar sin cadenas, la deje libre de pasear por allí creando imágenes, permitiéndole trepar a los rascacielos de los anhelos y deseos, fui creando en ese espacio unos momentos memorables, cargados de intensos sentires y escasas personalidades.

No soñaba con mañana, acariciaba el hoy entendiéndolo como un sueño, y es que quitando las pequeñas y molestas piedrecillas del día a día, de la cotidianidad, es deslumbrante el sin fin de momentos que diariamente iluminan el alma, las caricias que nos visten todo el día, las miradas que nos abrazan al caminar, los besos que nos matan de amor, dulcemente.

Me permití soñar y es tan difícil regresar, es bello ese mundo etéreo aislado del universo en donde lo intrascendente no existe, el dinero no domina, un mundo paralelo en que los humanos coincidimos más de lo que nos imaginamos, es la utopia de la existencia, donde vivir es simple, amar es real, y aquí y ahora es el único momento y lugar importante.

Me permití soñar y acaricie con mis manos la tierra que alguna vez recibió tus pasos, me permití soñar y besé con el alma  el aire que alguna vez lleno tus pulmones, me permití soñar y contemplé el paisaje que alguna vez inspiró tus actos, me permití soñar y volví al sitio donde alguna vez, hace algún tiempo, caminamos juntos por última vez.


Se me ocurrió soñar y ahora no quiero dormir, temo perder este instante y nuevamente dejar de soñar.


lunes, 18 de abril de 2016

Como se extraña.

Como se extraña,
En esos días lentos y extensos,
En los apartados recovecos plagados de ausencias,
En el obscuro recuerdo de una presencia inexistente.

Se extraña la curvatura de tu mirada,
Se extrañan los contornos de tus suspiros,
El dulce aroma de tus ideas,
El perfecto peso de tu alma combativa cabalgando mis argumentos.

Sobra el tiempo,
Escasea la paciencia,
Se derraman los ayeres,
Se construyen mañanas en el aire.

Y voy acostumbrándome,
Por decirlo de alguna forma,
A tolerar el viento que me habla con murmullos irónicos,
A aceptar los atardeceres que se despiden sonriendo, sarcásticos.

Extrañando el calor de tu sonrisa,
Extrañando el sonido de tu pasión,
Extrañando lo terso de tu aliento,
Extrañando el tacto de tus silencios.

Y se apaga el sol,
Y no llega la luna,
Y se encienden las letras,
Y el alivio sigue esquivo.


Como se extraña…


viernes, 8 de abril de 2016

Extraños momentos

Se descascaró la armadura, se cayó a pedazos la barrera que protegía el alma, se esfumo la coraza y se expuso el ser, quedó indefenso, a la vista, vulnerable, había comprendido lo profundo de la existencia, había entendido lo  que tocar un alma significaba, había sembrado una duda que abría la puerta a una búsqueda, había, sin buscarlo, abierto una vieja herida que se escondía del mundo y ahora realmente empezaría a sanar, en ese momento se supo parte de un todo, pieza de un algo, eslabón de un largo entramado llamado humanidad.


Ambos dijeron gracias, ambos partieron, no volverían a verse jamás, no volverían a separarse nunca.


A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...