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Quisiera
saber que se esconde tras tu mirada, que pensamientos flotan tras tu sonrisa, cuál
es la verdad de tus palabras, que es lo que sientes cuando hablas, que es lo
que dices cuando sientes, si es que sientes, que buscas, hacia dónde vas, de dónde
vienes y sobre todo, que quieres, por lo menos, que quieres de mí. – pregunto calmado
pero intensamente -
Tomó un
trago de su bebida, sintió como lentamente quemaba su garganta y adormecía los
sentidos, sentía libre el pensamiento, necesitaba saber y seguiría preguntando
mientras estuviera consciente, su cuerpo estaba al límite, una gota más de
alcohol y colapsará.
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¡Respóndeme!
– gritó desesperado – he venido hasta aquí siguiéndote, tú lo sabes, he
caminado tras tus pasos y aceptado tus designios, instintos y majaderías, por
decir lo menos, ¡necesito saber! – dijo mientras trataba de enfocar su mirada -
.
Una
sonrisa, en la frontera entre la ironía y la melancolía, fue la única respuesta
que obtuvo, sus ojos se inyectaron de rabia, su ser necesitaba desesperadamente
saber, el aire quemaba, el recuerdo hería, la realidad aplastaba, el silencio
destripaba, de a pocos, la poca paciencia que le quedaba. Un trago más, el último, el vaso estaba lleno
de ausencias, colmado de preguntas.
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¿Será
cuando se te antoje verdad? – dijo desanimado – será como siempre, ¡cuando se
te ronque la gana! – gritó lleno de ira y derramando algunas gotas llenas de
rabia.
Desistió,
otra vez lo había vencido, en un último instante de lucidez, antes de sucumbir
ante el alcohol, trato de buscar de
nuevo aquel rostro, lo vio, indiferente, como siempre, en silencio, como
siempre, en la distancia, como hace mucho…
Se desvaneció
pesadamente, dejo ir los suspiros, mañana lo intentaría de nuevo, lo necesitaba.
En el
cuarto quedó solo él, igual que al inicio…
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