lunes, 3 de marzo de 2014

Este mi mundo...

Este mi mundo es de otro mundo, o es otro mundo en este mundo, no lo sé bien, lo que sé es que este mi mundo es un mundo peculiar, con detalles siniestros y reflejos de nostalgia, trazos de alegría y colores de pasión, como “combi” de los años 60, lleno de color, vida, brillo, uno que otro golpe por aquí y por allá, un poco añejo en su andar, con detalles de antaño pero por sobre todas las cosas es un mundo psicodélico y perfectamente imperfecto.

En mi mundo es el beso amoroso de mi esposa el que me da el chispazo inicial y enciende los sensores de mi ser, el amigo sol me saluda al amanecer y me acompaña mientras hago una enorme fila en el tráfico mañanero, el silencioso compas de la respiración de mi hijo en el asiento trasero es la que me susurra al oído en aquel trayecto mientras él duerme y yo aprovecho para soñar, mientras el mundo de afuera desaparece lentamente.

Mi mente es útil y genera ideas, genera historias, genera retos y lo más importante, algunos días  también logra generar una que otra sonrisa en los rostros cercanos, justo es decir que eso genera sonrisas en mi rostro también, guardo datos importantes en mi memoria, aunque no tantos como debería según me han dicho, pero suficientes para llevar presente lo importante en mi vida.

Este mi mundo no es perfecto pero sus imperfecciones me hacen vivir pleno y felizmente consciente, entre valles y montañas, altas y bajas, pero siempre andando, con la vista al frente y buscando siempre algo, aunque algunas veces he de confesar que no sé qué es ese algo, la realidad es que mi caminar es posible por esos seres que amanecen junto a mi cada día y llenan mi ser de combustible, de amor, de ideales, de coraje y pasión para vencer cualquier obstáculo que aparezca.

Este mi mundo no deja de ver el mundo exterior y se indigna, sufre, ríe, goza, vive a través de otros ojos también, a través de otras lagrimas entiende, a través de manos ásperas comprende, a través de otras vivencias vive, comprende, es parte, se compenetra y es parte del otro mundo…

Alguna vez es verdad que corrí con desenfreno, caí sin poderme protegerme, me levante adolorido, raspado y atarantado pero volví a correr, esta vez con un poquito más de atención, no sea que se me apareciera nuevamente la misma piedra, aunque ya sé que seguramente nuevas piedras siempre aparecerán, y esas son las que me recuerdan cada día que debo mantenerme aquí y ahora, que es el único momento y lugar donde las cosas pasan.

Este mi mundo es normal, común, desapercibido por el mundo exterior, pero es mi bello, pleno, bendito y espectacular mundo, ese en el que cada paso es una aventura, de cada día se puede hacer un libro, uno que seguramente solo yo estaría interesado en leer, pero es que son experiencias que hacen vibrar mis sentidos, mi alma, son momentos que me hacen saber, sin temor a dudas, que estoy vivo, con cicatrices, con moretones, con sonrisas, con lágrimas, con el paquete completo, vivo, como debe ser.

Este mi mundo es por sobre todas las cosas, mi caos mental, mis enredos racionales, mis irracionales pensamientos, mis locuras, mis sueños, mis metas, mis cicatrices, mis sentimientos, mis historias y mis seres queridos, este mundo es, por sobre todo mío y de nadie más. Todos son bienvenidos a conocer, reír, llorar, ser parte, dejar su marca, llevarse un pedazo, es un mundo incluyente y respetuoso.


Y tu mundo, ¿Cómo es?

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