Pregunte frenéticamente por alguna razón,
estudie en libros y periódicos, en revistas y documentales, pregunte a ricos y
pobres, empresarios y empleados, estudiantes y desempleados, gobernantes y
gobernados, no había información, nadie sabía lo que sucedía, algunos callaban,
otros por falta de conocimiento hablan y algunos por falta de interés callan
Trate de trazar líneas de pensamiento e ideologías, busque en la historia algún razonamiento
medianamente coherente, un esquema de alguna índole que mostrara la razón o
diera alguna luz, una guía, una pista de hacia dónde buscar, hacia donde ver,
hacia donde dirigir los esfuerzos y el análisis, encontré inconsistencia e
individualismo, arrogancia y prepotencia, creencia de la verdad absoluta y
presunta ignorancia, nada.
Me volqué entonces hacia los visionarios y planeadores,
esos que entre sus manos tienen los grandes proyectos del mañana, las grandes
realizaciones del hoy, esos que entre sus análisis y proyectos vislumbran el
futuro tan claramente que parece que lo pueden tocar, pero aun con todas sus
virtudes y habilidades no supieron dar respuesta, razón o siquiera indicios de
tener idea, ni pistas y mucho menos interés.
Con las esperanzas por los suelos pero con una
curiosidad que se había vuelto el motor de mi búsqueda fui y busque en los
pensadores, en los eruditos, en esos grandes cerebros que dan vida y hacen
realidad las proezas de la humanidad, a ellos los aborde y pedí me donaran un
poco de su valioso tiempo y conocimiento, de su sabiduría y me dieran una luz que guiara mi investigación,
y aunque filosofía hubo mucha y la cooperación fue total, su entusiasmo
inigualable, la verdad es que al final seguía con la misma obscuridad en mí.
Cansado de caminar y buscar caí exhausto, con
la mirada pérdida y la mente en blanco, sin saber hacia dónde dirigir los
esfuerzos, sin idea de cómo continuar en mis esfuerzos y de que puertas tocar
en busca de un luz en mi búsqueda, adolorido por la ausencia de respuesta,
desgastado por el desinterés, agotado por la arrogancia, perdido entre la palabrería
Sin esperarlo y sin sospecha alguna aparecieron
frente a mi esos ojos de color verde intenso, me vieron llenos de ternura y con
la misma curiosidad, también ellos estaban en búsqueda y no tenían respuesta, también
ellos estaban cansados y desgastados, agotados y desubicados, me veían
esperando una respuesta, pero yo solo pude preguntar.
Desde entonces vamos por la vida preguntando
juntos, aún no sabemos las respuestas y cada día nos esforzamos por acercarnos
a la realidad, aunque ahora poco importa la respuesta, nadie sabe
Algunos transitan por la vida preguntando y
otros hace poco empezamos a vivir, aun sin respuestas.
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