Hay de aquel obtuso ser que busca retener en
sus manos un momento único, un momento inigualable, y olvida que en la vida todo fluye y que el aquí
y ahora no volverá jamás, que las oportunidades siguen su paso implacable y que
el tren que porta la chispa de la vida solo transita una vez por nuestro
sendero. Aunque intente con todas sus fuerzas tomar entre sus dedos y volver a
transitar por el mismo río, lo que fue no será y esa es la verdad.
Se gana y se pierde, se sube y se baja,
simplemente se vive o se deja pasar la vida. Porque ni el más obscuro momento
del ayer, ni el más intenso instante del pasado, ni el más perfecto atardecer
de nuestra vida volverá a suceder, vendrán mas momentos obscuros, vendrán más
instantes intensos y perfectos atardeceres, pero todos serán diferentes y será
una decisión el vivirlos o simplemente dejarlos pasar, como la vida… el decidir
no hacer nada también es una decisión.
El pasado es para recordar y aprender, no para
aferrarse y dejar morir el hoy, de lo vivido se aprende, de lo no vivido se genera
el arrepentimiento, de lo hecho se sonríe, con nostalgia algunas veces, de lo
no hecho se añora, de los hubiera está lleno el mundo de la tristeza mientras
las sonrisas llenan el mundo de los que con pasión tomaron cada segundo que la
vida les puso al frente y decidieron vivir, formando en el hoy un ayer para
recordar mañana y cuando no se tenga más compañía que la infame memoria
recordándonos lo vivido, cuando el tiempo lo llenemos de lecciones aprendidas,
y en la soledad de la vejez tratemos de entender porque no logramos cambiar
este mundo, será entonces cuando viendo hacia atrás entendamos el sentido de la
vida, pero como dicen por allí…
“la vida solo tiene sentido cuando se ve hacia atrás,
pero la única forma de vivirla es viendo hacia adelante”
Es imperdonable dejar morir el hoy por un ayer
que ya fue y no volverá, los “hubiera” no regresan las oportunidades y los “debiera”
nada deciden en nuestra vida, cada segundo pasa acariciando nuestro ser y nos
pregunta alegremente si queremos usarlos o dejarlos morir e imparciales
respetan nuestra decisión, y mientras nuestra mirada se pierde en la divagación
entre dibujar el mañana y aplicar lo aprendido del ayer, los segundos crecen,
los años pasan y la vida late al ritmo que decidimos.
No se gana ni se pierde, o tal vez se gana y se
pierde aunque no está claro en que momento sucede cada cosa, se sube y se baja,
hay caídas y puestas en pie, hay golpes y caricias, hay sonrisas y llantos, hay
saludos y despedidas, y todo esto forma parte de la vida
No pierdas tiempo pensando si ganaste o
perdiste, sonríe, aprende, crece, se feliz, tiende tu mano, deja ir el pasado y
pon especial atención a lo más importante
¡Vive!, que este juego solo se juega una vez
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