lunes, 20 de febrero de 2012

¿Realmente decides?

Pasando un poco tiempo perdido en mis pensamientos, con la televisión proyectando intermitente las películas en los diferentes canales de transmisión, saltando de un canal a otro casi de forma automática me encontré con una película interesante, una de esas que hacen adentrarnos más aun en los propios pensamientos y confirmar que lo que se tenía en mente también es parte de las ideas de otras personas y que tal vez, solo tal vez, nuestros raciocinios tienen algo de cordura y verdad.

En la película en mención se habla del destino, es palabra que tan fácilmente usamos y que pocas veces comprendemos lo impactante de su significado, aparecen unos curiosos personajes llamados “guardianes del destino” cuya única labor a través de los siglos es hacer que la humanidad camine por el sendero definido por el “superior” y que nadie debe cambiar el plan, pues ya está definido y nada podemos hacer para cambiarlo, los guardianes se aseguran de que así sean las cosas, interesante metáfora.

Y es que personalmente no creo en el destino, no veo como podríamos tener ya un camino listo para ser andado y que lo único que venimos a hacer a esta vida es transitar por él, que lo que decidimos está previsto que así sea y que lo que pasa después de allí está escrito en algún libro sagrado, en las estrellas o en cualquier otro manto que queramos definir como receptáculo del “destino” que la vida nos da.

Considero que sería muy triste, por no decir inútil, creer que no importa que hagamos, dejemos de hacer, aprendamos, erremos y demás, todo está ya escrito. Sería como perder la esencia de la vida, sería como pretender que solo se viene a transitar por la vida, sin aprendizajes, sin lecciones, sin vivencias, sin absolutamente nada que podamos aportar y recibir, es liberar la responsabilidad de nuestros actos y sus respectivas consecuencias a la divinidad, la suerte, las estrellas o el destino, tan temido participante de esta publicación.

¿Pero en verdad estamos acostumbrados o por lo menos dispuestos a tomar las riendas de nuestra vida?, ¿estamos dispuestos a decir esto es lo que yo quiero y no importa lo que la vida piense?, tenemos en nuestro ser el suficiente valor para tomar la responsabilidad de nuestros actos y dar los pasos necesarios para llegar a donde queremos o, por el contrario, será que es más fácil esperar un cambio mágico que nos consuele en el más difícil de los momentos o resignarnos pensando tristemente en lo que no fue.

¿Qué pasa con el libre albedrio? Esa libertad de tomar nuestras propias decisiones, aunque no siempre sean las mejores, y aceptar las consecuencias, buenas o malas, que puedan devenir en el futuro cercano o lejano, esa cosquilla en nuestro interior cuando sabemos con total certeza, y sin saber claramente porque, que estamos tomando un camino que nos llevara a que las cosas nunca más sean como han sido hasta ahora, esos escalofríos que recorren nuestra espina dorsal cuando nuestras neuronas se interconectan sin descanso proyectando posibles escenarios después de nuestra posible decisión.

Yo personalmente creo que la vida no está escrita, hacemos nuestro sendero día a día, y labramos nuestro futuro a base de decisiones, pequeñas y grandes, trascendentales y efímeras, recordando que aun el hecho de no hacer nada es una decisión, es cuando tenemos claro esto que entendemos que somos responsables por estar donde estamos, sentir lo que sentimos y hacer lo que hacemos, para bien o para mal hemos sido nosotros los que hemos decidido estar aquí, nosotros mismos seleccionamos nuestro sendero y lo labramos día con día, fuimos nosotros quienes un día pensamos o simplemente reaccionamos, pero definitivamente nosotros escogimos estar donde estamos, el destino predefinido no es más que un burdo pretexto que nos da la ilusión de alivianar el peso de la responsabilidad de nuestros actos en nuestros hombros

En síntesis creo que tenemos el poder, la libertad, la opción de tomar nuestras decisiones y eso labra nuestro futuro, así como las decisiones pasadas labraron nuestro presente, pensemos y analicemos

• ¿Hemos tenido el coraje de decidir hacer lo que queremos?
• ¿Hemos tenido el valor de seleccionar lo que queremos sin importar las consecuencias?
• ¿hemos tomado las decisiones correctas para vivir nuestra propia vida?
• ¿estamos dejando nuestro destino en nuestras manos, o no?

El libre albedrio esta allí, solo espera que tengamos el valor de tomarlo.

¿Qué decides? ¿O prefieres creer en el destino?

viernes, 17 de febrero de 2012

Te vas Te vas Te vas

Te vas justo cuando más te necesito
Cuando a mi puerta toca despampanante la señora tentación
Te vas justo cuando mis fuerzas flaquean
Infeliz voluntad que te ausentas cuando tú presencia es esencial

Poco a poco mi cerebro se adormece
Se apagan las alarmas que gritan no
Mis ojos son presas del encanto
Mis sentidos se disparan sin aviso y están listos para el festín

No puedo creer como osas dejarme en este momento
Cuando mi alma suplicante te pide tu presencia
Cuando lo irracional se hace presente
Cuando el control parece ser un vago recuerdo

Mis manos temblorosas se acercan sin pensar
Es lo terso de tu ser lo que me hace vibrar
Aun cuando trato de no tocar ninguna parte de ti
Es imposible detener el trayecto mis manos atraídas como moscas a la miel

Y es tu aroma el más grande elixir
Que llena mi alma y me hace vivir
Y por más que mi razón me diga que es hora de parar
La realidad es que hace mucho que deje de pensar

Suavemente acerco mis manos al fruto del deseo
Cálida y tersa se percibe la superficie
Inmóvil y esperando ser atacada parece estar
En realidad es ella quien esta noche decidió cazar

Mis manos tiemblan de solo imaginar lo que está por suceder
Mi frente se humedece sin dar tregua
Escucho mi respiración acelerada y no la puedo controlar
Y es mi paladar quien me muestra el sabor de la ansiedad

El deseo vence mi razón
Y me dejo llevar sin ningún control
Soy presa de mis instintos y ya no los deseo contener
Me dejo llevar por mis sentidos y los quiero saciar a placer

Pero eres tu quien tiene la culpa
Eres tu quien me abandona cuando más te necesito
Eres tu quien me dio la espalda en el momento más critico
Eres tu… desgraciada voluntad

Y es que, ¡¿quién se puede contener a una exquisita cena con aroma espectacular y apariencia de revista?! A la chingada la dieta… ni modo… a empezar otra vez… 

jueves, 2 de febrero de 2012

Jamás fue perfecto

Nunca fuiste el ejemplo perfecto en todo lo que hacías
Cometías errores a diestra y siniestra, aunque algunas veces también tenías grandes aciertos
Sin darte cuenta herías lo que más te amaba
Pero ¿quién soy yo para juzgar tu actuar?

Caíste varias veces, pero de todas te levantaste
Tus ausencias y tu distancia
Tus ideales y tus locuras
Tu amor ilimitado y ese insatisfecho deseo de justicia social, fueron marcándome

Recuerdo aquellos abrazos cálidos
Las risas infantiles que llenaban de cándida alegría cualquier lugar
Las amargas lagrimas de tristeza y sentimientos escondidos que alguna vez te vi derramar
Las caricias de tus manos diciendo te amo

Los secretos que te llenaban de angustia
Tu amor por los necesitados y tu entrega total a ellos
Tus vicios y travesuras
Las historias que aun hoy recuerdo vívidamente

Tu juvenil irresponsabilidad propia del humano
Tú profunda responsabilidad profesional
Tu característico sentido del humor
Tu caminado peculiar

Perfecto no fue, y no estuvo cerca de serlo
Pero ¿quién carajos dijo que la vida es perfecta?
Si de caídas y resbalones aprendemos todos
Y fue gracias a ti que también yo aprendí

Aun recorre mi rostro la tristeza hecha gotas cuando te pienso
Al mismo tiempo que una sonrisa me recuerda tus locas aventuras
Me sorprendo extrañándote y queriendo contarte que es de mí
Pero más aun, queriendo saber que fue de ti

Perfecto no fue pero si fue sublimemente humano
De tu historia aprendí y lo sigo haciendo
Por el sendero que dejaste entendí el mundo
Por el vacio que dejaste comprendí el valor de la libertad de espíritu

Entendí que la justicia es algo más allá de las leyes
Que saberse igual a los demás es simplemente entender la realidad de la vida
Que tender la mano a quien la necesita es un don
Y que los ideales tienen muchas veces un alto precio

Fue tan breve el tiempo aquel
Y es tan lejano en la línea del tiempo
Que me admiro gratamente de recordar como si fuera ayer
Cada palabra que de ti salió y cada momento que contigo compartí

Si en el transcurso de mi vida logro transmitir a mi descendencia al menos la mitad de lo que tú me has inspirado, me daré por bien servido y estaré orgullosamente feliz.

No fue perfecto, pero fue grandioso

Gracias

A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...