Con el andar lento, con la mirada serena, viendo como los días han pasado y lo poco que queda por andar. Llegando al umbral del adiós y esperando el inicio de un nuevo mañana, ahí va nuestro año viejo, sin prisa pero sin pausa, un paso a la vez, examinando lentamente lo que sucedió y, con esa mirada compasiva con la que el tiempo suele vernos, nos invita a voltear nuestra mirada y reflexionar sobre todo aquello que vivimos en el tiempo en que nuestro querido año viejo nos prestó.
Al volver la vista atrás es imposible no ver cada uno de los momentos vividos, aquellos que nos dejaron lecciones invaluables y oportunidades de crecimiento únicas, aquellos que nos permitieron regocijarnos y dibujar la sonrisa en nuestros labios por haber podido lograr lo que queriamos, aquellos inconclusos que tomarán más días o más años para llegar a su final, pero todos y cada uno de ellos dejando el color de su pincel en nuestras almas, dejando su aprendizaje en nuestro corazón, dejando una conciencia lista para lo que viene, preparada para un día más, agradecida por todo lo que llegó y por todo lo que se fue, como bien dijo la canción “…yo no olvido el año viejo…”
Nuestro querido año viejo sigue en su andar con una cadencia que no ha cambiado desde que inició su caminar, viendo cada uno de los segundos que hemos vivido, casi sonriendo, al recordar el poema de Amado Nervo y, tal cual en sus últimos suspiros de vida, en sus últimos palpitares de este 2023, decir con satisfacción y calma, vida nada me debes vida estamos en paz
En este momento toca abrazar lo aprendido estrujarlo contra nosotros, toca dejar que los aprendizajes permeen en nuestras almas, nos edifiquen y nos hagan se mejores personas, que nos permitan llegar a un estado de paz y que en la despedida de nuestro querido año viejo y en la bienvenida del nuevo año, podamos arrancar esta nueva aventura con el alma cargada, con el corazón latiendo lleno de alegría, con la gratitud de acuestas y con la esperanza de que crearemos juntos un mundo mejor. ¡Allá nos vemos pues! En un futuro que nadie sabe que depara pero en el que todos deseamos sea mejor que ayer, gracias año viejo por cada segundo, por cada minuto, por cada enseñanza, por cada oportunidad, por todo lo recibido y también por todo lo que parte, aquí brindamos hoy los que estamos y por los que se adelantaron, aprendamos de lo vivido, brindemos por lo aprendido y por cada uno de nosotros
Gracias año viejo y bienvenido el nuevo año.
