jueves, 5 de noviembre de 2015

Memorias.

En el grisáceo horizonte de mis memorias, hay algunas veces que lo oculto por el tiempo reaparece y que lo olvidado vuelve a relucir, áreas nebulosas que se disipan y otras brillantes vivencias que se esconden tras las nubes del olvido, memoria al fin, débil y quisquillosa, o tal vez fuerte, juiciosa e incomprendida, jugando a recordar lo olvidado y a olvidar lo efímero, tal vez sin jugar, tal vez sin saber, tal vez sin siquiera notar el lento sangrar de la herida viva que aun arde al recordar y pide olvidar, tal vez sin querer, tal vez a propósito.


A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...