viernes, 27 de diciembre de 2013

¡Se va!, ¡Se va! y …. Se fue...

Con la obscuridad de la noche entrando por mi ventana, un agradable frio de fin de año acariciando los árboles y con las casi inaudibles notas musicales que se generan un poco más allá, en alguna fiesta rezagada de final de año, en donde se aprecia desde la distancia los gritos, las risas, la conversa y la música que oscila entre movida y legre y la nostálgica y triste según van avanzando los tragos, me doy cita de nuevo con las teclas de mi computadora para dar mi despedida al agonizante 2013, quien pronto dejara ir su último suspiro.

Con la fiesta navideña ya en el pasado, los centros comerciales ahora siguen llenos, en algunos casos por innumerables rebajas que tratan de rescatar el último aliento consumista de la época y en otros casos los visitantes son personas que llevan a cambiar algún regalo que no les gustó, no les quedó bien o simplemente no necesitaban por otros que si les guste, si les queden y, en muchos casos, sigan sin necesitar.

Y es que no puedo dejar de pensar como una festividad que transmite una idea, un concepto, un espíritu tan humano y noble, independientemente de si se profesa o no alguna religión cristiana, se convierte de la noche a la mañana en una carrera sin tregua por tener, comprar, mostrar, dar (mas no por un noble sentimiento sino por fuerte obligación), los anaqueles se llenan y vacían rápidamente, las cuentas de las tarjetas de crédito se abulta, las deudas crecen, para que al final del día 24 todos se abrace, se den algo, y al día siguiente todo regresa a la normalidad, mientras algunos claman por una comida, un lugar donde dormir, una medicina, una caricia, una sonrisa… pero ellos han de celebrar también, porque preocuparse…

¿Dónde quedo aquello de compartir con quien no tiene?, ¿Dónde queda aquello de nobleza y agradecimiento?, ¿Dónde quedo aquello de gratitud?, ¿Dónde quedo aquello de ver al cielo juntos y simplemente ser felices?, ¿es que acaso hemos sido consumidos por la mercadotecnia del consumo, las ofertas y demás?, ¿o es que simplemente poco nos importa y queremos un pretexto para gastar y “compensar” las faltas del año que está por irse?

No busco juzgar, señalar y mucho menos criticar, pero es un buen momento para pensar si lo que aquella noche del 24 recién pasada celebramos cada uno en su hogar, es lo que realmente queríamos celebrar o si es simplemente el proceso de continuar con lo que todos hacen, ¿es este espíritu de consumo el que queremos dejar a las nuevas generaciones?, ¿es así como queremos ser recordados?...

Es buen momento también para pensar en lo que este año dejo, aquí me detengo un momento esta noche, para despedir a mi amigo querido, el 2013, que dejo para mi mucho en el haber personal, y otro tanto en él debe, que pasara a mi historia como un año de aprendizajes, de retos, de logros, de caídas, de levantadas, de tropiezos, etc. A decir verdad muy parecido a sus antecesores, pero por sobre todas las cosas hoy me detengo a darle gracias a este amigo mío y a recordarlo con gratitud por:

·         Todo aquello que llego
·         Todo aquello que no llego
·         Todo aquello que se fue
·         Todo aquello que deje ir
·         Todo aquello que aprendí y por lo que me falta por aprender
·         Por las caídas de las que me levante
·         Por las caídas de las que aún me estoy sacudiendo y espero pronto estar levantado

Es un buen momento para dejar ir un suspiro por aquellas personas que vimos partir de nuestras vidas y que sabemos siguen sus vidas en distintos caminos, una sonrisa nostálgica por aquellos que partieron de esta existencia y llevaremos en nuestro recuerdo, una lagrima para quienes hace mucho se fueron y aun hoy siguen haciendo falta como si hubiera sido ayer su partida, una mirada al cielo por quienes nos inspiraron y una caricia en la mejilla para quienes tenemos la dicha de tener junto a nosotros, ha y casi olvidaba, un moco por la alergia que me está dando el viento frio J

Hoy mis letras las siento pesadas, cargadas de nostalgia y melancolía, disculpen ustedes, pero es que una profunda tristeza me ha llenado los últimos días al ver cómo, mientras en algunos hogares se come y bebe hasta la saciedad, en otros se añoran las sobras de los primeros, para poder tener algo en el estómago y poder sobrellevar mejor una noche fría mientras se cubren únicamente con un cartón y son las estrellas sus luces de compañía, y el mundo sigue su curso, sin piedad.

Hoy dejo ir a mi amigo 2013, sé que pronto vendrá un nuevo compañero de viaje, un tal 2014, pero hoy no invertiré en darle la bienvenida pues ya habrá tiempo para eso, hoy mi mente se quiere adentrar en lo que el 2013 significo, dejó y se llevó, hoy es momento de felicitarnos por lo que logramos, retarnos por lo que quedo pendiente, preguntarnos, en la seguridad que da la distancia, si caminamos hacia donde queríamos o si bien nos dejamos llevar como la multitud, hoy mis manos tiemblan mientras escriben, pues no es posible que cada año queramos cambiar el mundo y que cada año este peor, ¿será acaso que los esfuerzos están enfocados en donde no deberían?, ¿Cuánto hemos cambiado nosotros mismos?, ¿Cuánto nos falta por cambiar?, ¿realmente queremos un mundo mejor o es simplemente una frase hecha para calmar nuestra ansiedad y ese sentimiento incomprendido que podamos llevar dentro?, que cada uno nosotros nos preguntemos y emprendamos nuestro camino, si es que lo queremos hacer.

Hoy te dejo ir 2013, gracias por todo, por esta noche fría y nostálgica, por este viento que sopla en mi ventana, por esa música que a lo lejos alegra los corazones locos y las mentes borrachas, ¿o será al revés?, gracias mi amigo por dejarme pasar junto a ti cada día, por darme 365 amaneceres, atardeceres, anocheceres y oportunidades para empezar de nuevo, gracias por mostrarme nuevos caminos, por bloquear otros para los que seguramente aun no estoy preparado, gracias por abrir mis ojos y mi corazón cada día, gracias por haber tenido una familia espectacular durante este año, unos amigos increíbles, unos compañeros espectaculares y un hobby inigualable que me permite llevar alimento a mi casa cada día.

Gracias a quienes, junto con el 2013 y mi persona, caminaron este sendero y me permitieron aprender de ustedes, gracias a quienes se tomaron el tiempo de mostrarme nuevas cosas, muchas veces sin saberlo, y gracias a mis FANS del blog (es decir a mi mamá… si no lo ponía así me regañaban) por tomarse el tiempo de leer esta cantidad de letras locas, pensamientos enredados, sentimientos desdichados y sonrisas alocadas.

Ciao 2013, seguramente no nos veremos más, los nuestro ha de terminar, pero ten por seguro que por aquí estaremos recibiendo a tu sucesor, con el mismo entusiasmo con el que nosotros iniciamos, con la misma esperanza y compromiso, solo pídele un favor si es que puedes, que me ayude, o por lo menos intente,  a ser mejor persona.


El viento sigue soplando, la noche enfría, la música se detiene y las risas lejanas no se escuchan más…


A sorbos

Sorbo a sorbo se va consumiendo el café de aquella mañana, día nublado de junio en el que el cielo parece informar que pronto dejará caer go...